Un niño de cuatro años recibió un perdigonazo de escopeta en la cabeza mientras jugaba en el patio de su casa de barrio San Agustín II, en la ciudad de Santa Fe. El suceso ocurrió el domingo por la tarde –se especula– durante los festejos de hinchas de Unión por la victoria ante Colón, que incluyeron no sólo bombas de estruendo sino también disparos al aire. La víctima, de nombre Jonathan, fue operado y se aguarda su evolución. Su estado es delicado y se encuentra en terapia intensiva, informaron fuentes policiales.
Barrio San Agustín II combina calles de tierra, viviendas de chapa y otras casas de material. La barriada popular tuvo su momento de agitación tras el clásico santafesino, cuando hinchas tatengues festejaron la victoria de Unión ante Colón por 1-0. La tía de Jonatan, el nene baleado, contó lo sucedido en el patio de la vivienda de Pampa al 7100. «Estábamos tomando mate con mi mamá y una amiga, y escuchamos detonaciones de bombas y disparos. Mi sobrino empezó a gritar desesperadamente y cuando corrimos a verlo estaba todo ensangrentado», contó al móvil de LT10 la joven. La familia no tardó en darse cuenta de que el Jonatan tenía una herida de bala en la cabeza.
Conscientes de que la ambulancia iba a demorarse y a veces ni siquiera ingresa al barrio, Jonatan fue llevado por familiares en un auto particular al hospital Mira y López. Allí recibió las primeras atenciones y luego fue derivado al hospital de niños Orlando Carrillo, donde ingresó a las 20.
La noche fue larga: por la madrugada el niño fue operado y quedó en terapia intensiva. “La bala quedó alojada en el cerebro cerca de las partes óseas. Las lesiones por arma de fuego producen un edema cerebral importante. Habrá que esperar una semana o dos y permanecerá en asistencia respiratoria”, relató el médico Gonzalo Carrillo a Aire de Santa Fe.
