Unos doscientos rosarinos celebraron esta tarde el triunfo del seleccionado argentino de fútbol ante Nigeria en el Monumento Nacional a la Bandera, acompañados de las bocinas de los vehículos que transitaban por la zona.
Apenas unos minutos después de terminado el partido comenzaron a arribar los primeros hinchas, en su mayoría jóvenes que llegaban en grupos y que habían visto el partido juntos en la casa de alguno de ellos.
Más tarde los festejos se fueron nutriendo de familias embanderas con los colores celeste y blanco, que alentaron las chances de los vendedores de gorros, camisetas y vinchas apostados en la explanada del Monumento a la espera de salvar la tarde.
“Sufrimos un poco al final, pero estamos para campeón”, opinó Mauro ante la consulta de Télam, un joven estudiante que llegó a celebrar la victoria de la Selección con cuatro amigos, tan entusiasmados con el futuro de los dirigidos por Diego Maradona como por acercarse a un grupo de chicas adolescentes que bailaba en ronda.
Con su nieta en brazos, Mabel también decidió enfrentar la tarde destemplada y el cielo cubierto de nubes para festejar el primer triunfo argentino en el Monumento, sitio tradicional de Rosario para celebrar alegrías deportivas.
“Yo mucho de fútbol no entiendo, pero estoy muy contenta por los muchachos”, dijo en relación a los jugadores, mientras intentaba sacudirle la modorra a la pequeña, un tanto asustada también por los cánticos y los sonidos de las cornetas.
Mientras los más jóvenes entonaban canciones de aliento a la Selección, los automovilistas que pasaban por avenida Belgrano, frente al Monumento, saludaban con sus bocinas y sacudían banderas o camisetas por las ventanas de los vehículos.
El público que se reunió en la no fue mucho, pero sirvió para alentar las esperanzas de Tito, un vendedor de banderas plásticas con los colores de Argentina, que no paró de corear el clásico “a las banderas” mientras agitaba la decena que llevaba en la mano.
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