Castro, próximo a cumplir 84 años, se presentó ante los diputados vestido con su tradicional vestimenta verde olivo de comandante de la Revolución Cubana, como cuando gobernaba el país, y levantó el aplauso de todos los presentes.
En la tribuna se encontraba el actual presidente de Cuba, su hermano Raúl, en quien delegó el cargo hace cuatro años.
El debate comenzó a las 11.00 y, según la convocatoria oficial, su objetivo es el de «analizar diversos temas de interés de la situación internacional».
Cuando llegó a la sala, los más de 600 diputados del Parlamento presidido por Ricardo Alarcón recibieron con un fuerte aplauso al líder de la revolución cubana.
Desde que Fidel abandonó la presidencia, su asiento en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana, la sede de la Asamblea, se había mantenido vacío.
Según Castro, dicha guerra podría producirse ante un eventual ataque de Estados Unidos a Irán o Corea del Norte.
En una «Reflexión» que publicó el martes en medios cubanos, instó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a evitar la guerra, aunque consideró que ésta ya es «virtualmente inevitable».
«Usted debe saber que en sus manos está ofrecer a la humanidad la única posibilidad real de paz. Sólo en una ocasión podrá usted hacer uso de sus prerrogativas al dar la orden de disparar», escribió Castro.
