El líder cubano Fidel Castro se situó a la cabeza de la arremetida periodística de la última semana contra el discurso de Barack Hussein Obama en La Habana, con un artículo en el que cuestiona las palabras “almibaradas” que usó el mandatario estadounidense durante su estadía en la isla, entre el 20 y 22 de marzo pasado. En su alocución pronunciada en el Gran Teatro de La Habana y transmitida en vivo por la televisión cubana, el jefe de la Casa Blanca había instado a “olvidar el pasado” y mirar al futuro, lo que irritó a Fidel.
“No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta”, precisó Castro en un artículo titulado “El Hermano Obama”.
El líder de 89 años analizó el discurso que Obama ofreció el pasado martes durante su visita, la primera de un mandatario estadounidense a la Cuba revolucionaria, y aseguró que el presidente utilizó las “palabras más almibaradas”, por lo que los cubanos corrieron “el riesgo de un infarto”.
“Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”, preguntó.
Castro recordó la Invasión de Bahía de Cochinos, en 1961: “Una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaaviones de Estados Unidos, atacó por sorpresa a nuestro país”.
“Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanqui, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario”, rememoró Fidel Castro, sobre aquel acontecimiento que profundizó la división entre EE.UU. y Cuba.
También criticó que en las declaraciones de Obama sobre el origen mestizo de ambas naciones, no mencionara que “la discriminación racial fue barrida por la Revolución” cubana, que se aprobó “el retiro (jubilación) y el salario de todos los cubanos” antes de que el presidente estadounidense “cumpliera diez años”.
“La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana”, resaltó Castro, quien recordó que la solidaridad cubana también libró la lucha contra el racismo en Angola y otros pueblos de África.
También días pasados, se sucedieron artículos en la prensa cubana en los que a juicio de los académicos y periodistas firmantes, Obama cometió omisiones en su discurso.
“Su lógica discursiva va dejando espacios de aire que eluden, minimizan o manipulan los hechos”, señaló el académico y periodista Enrique Ubieta, en uno de esos escritos.
Sin embargo, aunque el presidente Raúl Castro escuchó desde la platea el discurso de Obama, el gobierno cubano se ha abstenido hasta ahora de reaccionar oficialmente a su discurso, toda vez que Fidel ya no forma parte del Ejecutivo, aunque mantiene su influencia.