La Fifa anunció que colaborará totalmente con las autoridades locales en la investigación de la venta ilegal de entradas para los partidos del Mundial y aseguró que «cualquier violación será sancionada como corresponde».
El responsable de mercadotecnia y entradas de la Fifa, Thierry Weil, se expresó así después de que la Policía brasileña detuviera a once personas en Río de Janeiro y San Pablo que revendían entradas para el Mundial, algunas de las cuales habían sido destinadas por la Fifa a patrocinadores, a jugadores de las selecciones participantes y a organizaciones no gubernamentales.
En un comunicado, Thierry Weil, explicó que los responsables de entradas de la Fifa analizarán las localidades detectadas para validarlas y ayudar a las autoridades a identificar su procedencia y su forma de comercialización de manera ilegal.
«La Fifa tiene una posición firme contra cualquier violación de las normativas de entradas y está muy satisfecha con la gran colaboración de las autoridades de seguridad en el esfuerzo conjunto para acabar con cualquier venta ilegal de entradas», añadió.
El comunicado la Fifa confirma que el argelino Mahamadou Lamine Fofana, una de las personas detenidas en la operación, «nunca fue acreditado para la Copa del Mundo, ni tenia acceso a coche oficial de la Fifa para el Mundial».
La Fifa explica también que «no puede hacer más comentarios mientras el procedimiento está en marcha».
La operación, que contó con la participación de decenas de comisarías del estado de Río, fue posible gracias a investigaciones que identificaron a un grupo de ciudadanos que adquiría entradas procedentes de distintas fuentes.
Además de las detenciones, la Policía cerró tres empresas de turismo acusadas de participar en el crimen y anunció que solicitará el bloqueo de las cuentas de todos los implicados, de acuerdo con las autoridades.
Esta no es la primera vez que se producen detenciones por reventa de entradas durante el Mundial. El pasado 23 de junio la Policía ya arrestó a 11 personas con 400 boletos para el partido entre Brasil y Camerún en las inmediaciones del estadio Mané Garrincha, en Brasilia.
En aquella ocasión, la operación policial permitió también la incautación de 11.818 dólares) y 3.700 dólares, en posesión de los delincuentes.
Según la Policía Civil, entre los detenidos en Brasilia había un polaco, un inglés, dos holandeses y siete brasileños.