Edgardo Bauza dejó de ser el técnico de Rosario Central. Así lo consensuaron con el entrenador, el presidente Rodolfo Di Pollina, y el vice segundo Martín Lucero. Y lo hicieron durante una reunión que se desarrolló después de la práctica matinal en Arroyo Seco. Allí, las partes acordaron el final anticipado del vínculo del Patón como entrenador del primer equipo auriazul. Ese contrato tenía fecha de vencimiento para el próximo 30 de junio.
En cuanto al cónclave, del que sólo participaron los tres protagonistas mencionados, duró apenas unos 10 minutos. Allí, los dirigentes presentes mostraron su preocupación por el presente futbolístico de Central. Y rápidamente coincidieron con Bauza en que su salida del cargo ayudaría a descomprimir la situación.
El Patón ya había charlado con los directivos auriazules el lunes pasado. Allí, aunque reconoció los inconvenientes que venía mostrando el equipo para conseguir resultados, el Patón había manifestado su intención de seguir al mando por los próximos tres encuentros. Y allí esperaba conseguir alguna victoria que permitiera recuperar algo de confianza a sus dirigidos.
Pero después del pobre rendimiento que mostraron los auriazules en la nueva derrota sufrida el viernes por la noche, esta vez ante Lanús en condición de visitante, los directivos decidieron concretar un nuevo cónclave con el entrenador. Y allí fue donde se consensuó la salida de Bauza y todo su cuerpo técnico.
Lo que todavía no está resuelto respecto de la rescisión de contrato de Bauza, son los términos económicos. Y si bien el Patón tiene un importante contrato, los directivos de Central estiman que no habrá inconvenientes de llegar rápidamente a un acuerdo para que se disuelva el vínculo.
Del cónclave no participó el vice primero Ricardo Carloni, uno de los mayores defensores de este ciclo de Bauza como entrenador de Central.
Y, lo que nadie se atrevió a confirmar, es si las declaraciones post partido de Bauza tuvieron algo que ver con la decisión dirigencial de hacer una nueva reunión con el técnico. O si el motivo estuvo únicamente ligado al flojo rendimiento que volvió a mostrar el equipo.
La frase que utilizó el Patón para cerrar la charla con la prensa en cancha de Lanús fue: «Tengo sacado el boleto para irme mañana a Quito, así que si me quieren echar no hay problema». ¿Habrá sido el detonante que necesitaba la dirigencia para la salida?
