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Final para cinco: los entrenadores son siempre los fusibles

Nelson Vivas, Gustavo Matosas, Diego Aguirre, Sebastián Méndez y Mario Sciaqua dejaron su cargo.

La Superliga cambió algo en el fútbol argentino en cuanto a la organización y planificación de las fechas. Quizás ahora la cuestión es un poco más seria que antes. Pero hay algo que sigue vigente por estas tierras: la salida de los técnicos por los malos resultados. El desprecio total por el trabajo a largo plazo. La falta de palabra de aquellos dirigentes que piensan una cosa y hacen otra totalmente diferente cuando se encuentran entre las cuerdas.

En la actual Superliga recién van seis fechas y ya fueron cinco los técnicos que enfilaron para la puerta de salida y se quedaron sin club. Distintas fueron las razones en algunos casos, pero la regla es siempre la misma: el fusible es el entrenador.

Nelson Vivas (Defensa y Justicia), Diego Aguirre (San Lorenzo, Gustavo Matosas (Estudiantes), Sebastián Méndez (Belgrano) y Mario Sciacqua (Olimpo) fueron los DT que ahora ven los partidos del certamen argentino sentados en el sillón de su casa.

Los primeros en salir fueron los uruguayos Aguirre y Matosas. A ambos quedarse afuera de los torneos continentales que estaban disputando les costó el puesto y no tanto su andar en la Superliga, ya sus renuncias se produjeron en la fecha 3.

El Ciclón quedó afuera de la Libertadores al perder con Lanús en cuartos de final, pero el ciclo de Aguirre venía tambaleando por la dura eliminación por Copa Argentina a manos de Deportivo Morón. Todas las fichas estaban puestas en el torneo que el Azulgrana supo ganar en 2014 de la mano del Patón Bauza y con la derrota frente al Grana desde los doce pasos todo se derrumbó.

Misma situación vivió su coterráneo Matosas en el Pincha. El técnico uruguayo venía con un buen pergamino bajo el brazo, pero nunca cuajó en el difícil mundo de Estudiantes. Incluso el propio Juan Sebastián Verón, presidente de la institución, dejó en claro que se habían equivocado con la contratación de Matosas.

Estudiantes fue eliminado de la Copa Sudamericana por Nacional de Paraguay y a Matosas no le quedó otra que dar un paso al costado.

El caso de Nelson Vivas es bastante particular. Tras su alejamiento de Estudiantes llegó con toda la ilusión a Defensa y Justicia. Pero esa llama se apagó en cuatro partidos. Un supuesto reclamo por parte del hijo del presidente del Halcón de Florencio Varela por la inclusión de un jugador hizo estallar de bronca al entrenador y pegó el portazo.

Se sabe en el mundillo del fútbol que Vivas es una persona irascible y tiene dos antecedentes puntales para confirmarlo. El primero fue cuando era técnico de Quilmes y al término de un partido del Cervecero fue a golpear a un plateísta que lo había insultado durante los noventa minutos. Y el segundo sucedió este año cuando aún comandaba Estudiantes y ante un fallo inequívoco en un cotejo frente a Boca se rompió la camisa al ser expulsado imitando al Increíble Hulk.

Los últimos en renunciar tras la sexta fecha de la Superliga fueron Sebastián Méndez y Mario Sciacqua, en Belgrano de Córdoba y Olimpo de Bahía Blanca, respectivamente.

Méndez confirmó su salida del Pirata luego del empate sin goles en el clásico cordobés ante Talleres disputado en barrio Alberdi.

El Gallego argumentó que “no se dieron los resultados que esperaba”, y señaló que está “dolido” por alejarse del equipo cordobés.

Belgrano ganó dos encuentros, empató tres y perdió uno en la Superliga pero fue eliminado de la Copa Argentina por Atlanta, equipo de la primera B Metropolitana, y allí comenzó a tomar fuerza el alejamiento de Méndez, quien estuvo poco más de seis meses en el cargo.

Sciacqua, en tanto, renunció luego de la derrota 2-0 de Olimpo ante Huracán, un rival directo en la lucha por la permanencia, que mantuvo al equipo en zona de descenso. El DT santafesino oficializó su decisión luego de la quinta derrota en el campeonato.

A diferencia de Méndez, Sciacqua llevó a Olimpo hasta los cuartos de final de la Copa Argentina donde hoy enfrentará a Deportivo Morón en el estadio de Lanús pero ni con ese compromiso por delante quiso quedarse.

Y quizás con el correr de las fechas la lista de desocupados se pueda agrandar. Los más significativos quizás sean los técnicos de Central y Newell’s. Paolo Montero depende exclusivamente del resultado de hoy por Copa Argentina y el Chocho Llop ya está siendo observado con cierto recelo por el hincha leproso después de las pobres actuaciones de su equipo.

Una lesión grave que se puso de moda

La Superliga, además de la grave lesión de Fernando Gago en la selección contra Perú, ya dejó el triste saldo de otros cinco futbolistas que, como el volante xeneize, padecieron rupturas de ligamentos cruzados, una lesión que se instaló en el fútbol  mundial para quedarse, al menos hasta ahora, para siempre.

Sin ir más lejos en las últimas semanas hubo tres casos: Bautista Merlini, de San Lorenzo; Lautaro Montoya, de Chacarita, y Leandro Grimi, de Racing.

En tres semanas se registraron otras lesiones similares que padecieron los volantes Franco Mussis, de San Lorenzo, y Martín Galmarini, de Tigre. Con la de Gago, seis lesionados en seis fechas de Superliga.

Un triste récord. La mayoría rodilla derecha con operación mediante y recuperación de seis a ocho meses de duración.

Desde 2012 que en torneos de AFA no se repetían tantos lesionados en poco tiempo. Hace cinco años River soportó en el mismo torneo tres lesionados con lo mismo: roturas de ligamentos cruzados de Martín Aguirre -soportó tres operaciones y no se recuperó-, Ramiro Funes Mori y Germán Pezzella.

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