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¿Firman contrato o no? La dirigencia de Central define el futuro de la categoría 99 canalla

La mayoría de los futbolistas de esa camada que se fueron destacando, ya firmaron contrato. El ejemplo saliente es el caso de Maxi Lovera, ya transferido a Olympiacos de Grecia. Pero hay otros futbolistas de esa categoría que permanecen en el club y podrían quedar en el camino

Pensando en la conformación del plantel profesional de cara a lo que viene, la dirigencia de Rosario Central tendrá que definir antes del 30 de junio el futuro de los jugadores categoría 1999. La mayoría de los futbolistas de esa camada que se fueron destacando, ya firmaron contrato. El ejemplo saliente es el caso de Maximiliano Lovera, ya transferido a Olympiacos de Grecia. Pero hay otros futbolistas de esa categoría que permanecen en el club y podrían quedar en el camino.

Además del caso de Lovera, otros futbolistas categoría 99 que hace un tiempo se convirtieron en profesionales son los volantes ofensivos Leonel Rivas y Alan Marinelli. Y también el delantero Renzo Reynaga, que tras un puñado de partidos en reserva se fue cedido al fútbol de Costa Rica y luego quedó libre (ver aparte).

Otro categoría 99 que ya tiene contrato es el defensor Agustín Irazoque, aunque su situación es diferente a la del resto. El marcador central se sumó a principio de año tras llegar a Arroyito, proveniente de Talleres de Córdoba,  con el pase libre. Y firmó contrato con los auriazules por 18 meses.

El resto de los jugadores de categoría 99 que siguen en el club están bajo evaluación. Y sólo alguno de ellos podría tener la chance de firmar contrato a mitad de año. El resto, quedará en libertad de acción. O con la posibilidad de integrar el plantel de la primera local. En situación de evaluación se encuentran: el arquero Luca Vicario, los defensores Nain Amud y Brian Ganchier; los laterales Lautaro Blanco y Raúl Chamorro; los volantes Lucas Catramado y Francisco Ministeri Roma; y los delanteros Santiago Sarantonelli y Gustavo Castro. Otros ya dejaron Central. Como el marcador central Aaron López, que tenía en claro que no lo tendrían en cuenta para firmar el primer contrato y se fue con el pase en su poder.

De este grupo de futbolistas categoría 1999, Chamorro y Blanco fueron los que mayor participación tuvieron durante la última temporada en la reserva del Kily González. Y eso, sumado a que no abundan los laterales en el plantel profesional, los posiciona con cierta expectativa de firmar su primer contrato. De los 23 partidos del torneo de reserva, Chamorro jugó 18 (11 como titular); mientras que Blanco lo hizo en 12 encuentros (10 desde el arranque).

De todos modos, la intención de la dirigencia es hacer la menor cantidad posible de nuevos contratos. En especial, porque hay varios futbolistas más jóvenes que, por haberse destacado o integrado selecciones juveniles, ya firmaron el suyo. Entre ellos aparecen los casos de: el arquero Álvaro Maslovsky, los laterales Rodrigo González y Joan Mazzaco, el volante Francesco Lo Celso, los delanteros Franco Sarco, Rodrigo Pasquini, e Ignacio Russo, todos categoría 2000. Y otros un poco más jóvenes, como los mediocampistas Rodrigo Villagra (2001), Luciano Ferreyra (2002), y Gino Infantino (2003). Aunque Infantino, a diferencia de los demás, firmó su primer contrato por cuestiones ligadas a un convenio que Central tiene con ADIUR, club al que pertenecía el juvenil.

A estos nombres hay que sumar a varios categoría 1998 que, lógicamente, también ya son profesionales: el arquero Juan Pablo Romero, el defensor Facundo Almada, y los mediocampistas Rafael Sangiovani, Jerónimo Rodríguez y Joaquín Pereyra. Aunque, de los mencionados, sólo Almada y Pereyra tuvieron algo de continuidad en primera.

Por último, están en carpeta otras dos firmas de futbolistas jóvenes: la del delantero Luca Martínez Dupuy (2001), que hizo 3 goles en 16 partidos jugados en el último torneo de reserva, y el mediocampista Mateo Tanlongo (2003), que a pesar de su juventud disputó 11 juegos de la temporada de reserva.

A probar suerte en otros clubes

Hay algunos futbolistas categoría 1999 que hicieron inferiores en Rosario Central y, hace poco tiempo, dejaron el club para buscar su lugar en equipos que participan en campeonatos de menor rango que la Superliga argentina. Allí sobresalen los casos de Renzo Reynaga y Facundo Zabala.

Reynaga, oriundo de Puerto Deseado, se fue de Arroyito cedido al fútbol de Costa Rica en 2019. Luego quedó con el pase en su poder y hoy es jugador de Boca Unidos de Corrientes, que actualmente milita en el Torneo Federal (NdR una tercera división). El delantero disputó 10 partidos para los correntinos en lo que va de la temporada, y marcó un gol. Y los auriazules tienen un convenio con el jugador que les permitirá recibir el 35% de una futura transferencia.

En Central, Reynaga no llegó a debutar en primera. Estuvo cerca una vez. Fue el 19 de noviembre de 2017, por la fecha 9 de la Superliga de ese año, cuando los auriazules derrotaron a Talleres en Córdoba por 1 a 0. En esa ocasión, el delantero integró el banco. Pero Leo Fernández, técnico de turno, no lo utilizó como variante.

El otro caso es el de Zabala. El lateral izquierdo juega hace dos temporadas en Alajuelense de la primera división de Costa Rica, donde ya sumó 30 partidos. El rosarino se fue de Central con el pase en su poder, sin haber estado cerca de la primera, y con un convenio por el cual los auriazules tienen derecho a cobrar el 50% de un futuro traspaso del defensor.

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