Atlético Fisherton se quedó con la última gran alegría del 2022 y lo hizo con una base de plantel de la casa. Este grupo concretó un gran deseo del club, que además representaba una cuenta pendiente para todos ellos. Su entrenador Jonatan Cuesta y uno de sus pilares, Renzo Falcone, charlaron con El Hincha sobre la conquista.
“Lo que nosotros nos planteamos fue tratar de seguir la línea de juego de Fernando Walker, porque a esa altura del año mucho no podíamos cambiar. Lo que hicimos fue darles confianza y contención. Sabemos que tenemos un equipo intenso en defensa y que con eso podíamos sacar ventaja. El resto es de los jugadores, que se brindaron al máximo a lo que pidió el cuerpo técnico”, explicó el Pelado Cuesta, quien se hizo cargo del equipo tras la salida de Fernando Walker, otro que seguramente se puso feliz por este esperado logro.
“Esta es una camada de jugadores que ya en 2019 siendo U19 jugaron las finales en Liga de Honor, ya se conocen y son amigos fuera de la cancha, eso sumó mucho. Estoy feliz porque logramos el objetivo con casi todos chicos formados en Fisherton”, añadió el entrenador, quien se enamoró del básquet en Sportivo Constitución pero que hace tiempo fue peldaño a peldaño en el staff de Fisherton hasta quedar a cargo del primer equipo.
Es bueno conocer parte de su historia en este presente feliz: “Arranqué en reserva y en 2018 salimos campeones. En 2019 además de ser el DT de reserva fui asistente de las formativas, mientras que en 2020 tuve a cargo las U15 y U17 y fui asistente de primera. En esta temporada cuando Fernando salió del club me propusieron trabajar con primera hasta fin de año y la verdad es que al ser del club no podía dejar tirados a los chicos. Hicimos un esfuerzo bárbaro con los tiempos porque además de dirigir dos categorías estaba cursando el nivel 2 de entrenador”.
Y todo se alineó poco a poco: “Fue todo partido a partido, se fue formando una confianza hasta terminar jugando las finales”.
Renzo Falcone fue uno de los jugadores destacados del 2021 y ratificó su nivel en la última campaña. A pura potencia atrás y adelante ayudó a su equipo a logra el objetivo: “El ascenso fue una alegría muy grande porque hace varios años que estamos tratando de subir. El año pasado quedamos a un punto y este año volvimos a apostar apoyándonos como grupo. Nos fortalecimos en la adversidad y pudimos sacar adelante este gran objetivo que veníamos peleando. Fue un premio por tanto esfuerzo”.
Después de algunas frustraciones, el extenso y duro certamen de la B ofrecía un panorama difícil, pero Falcone destaca la personalidad para encarar el torneo: “Sabíamos que era complicado, pero confiábamos en que teníamos las herramientas para poder lograrlo y un equipo muy unido que se apoyaba uno al otro en todo momento”.
No se sencillo mantener unido un elenco joven en Rosario, porque las tentaciones para emigrar suelen estar a la vuelta de la esquina: “Algunos tuvieron más chances que otros de irse y más propuestas, pero al final priorizamos que somos un equipo. La mayoría venimos juntos de inferiores en este club y los que llegaron como refuerzos se acoplaron muy bien. Terminamos formando un equipo, siendo más amigos que compañeros, y eso para todos fue más importante que irse a otro club”.
“Teníamos muy claro que nuestro objetivo era ascender, y al perder con Tiro nos dimos cuenta que esta era nuestra última chance y pusimos todo para lograrlo”, cerró Falcone.
Dos historias de las muchas de este Fisherton campeón, que deja la B para llevar a este grupo de amigos a competir en una categoría superior.