Florencio Randazzo estaba muy contento disfrutando del acto, rodeado de sus trenes, de muchos militantes y el aval y la presencia de la presidenta Cristina de Kirchner. Con la satisfacción de saberse un buen candidato para competir en las Paso contra Daniel Scioli, escuchaba atento las palabras presidenciales hasta que Cristina, en un tono enérgico, le quitó la sonrisa.
En su alocución, la jefa del Estado venía defendiendo la política implementada desde hace 12 años por el kirchnerismo y advirtiendo sobre que “se quiera hacer lo que ya hicieron en el pasado, endeudar al país en el exterior con jugosas comisiones para luego no hacer nada”.
Fue en este punto que Cristina instó a los argentinos a que estos sean los temas que merecen discutirse. Y, para sorpresa de muchos, nuevamente les habló a los dirigentes políticos de todos los partidos pero también a los propios: “Quiero escuchar a los hombres y mujeres de mi espacio político, a los hombres y mujeres del resto de los espacios políticos hablar de estas cosas, no de pavadas ni haciendo pantomimas, los necesito largando ideas a todos, a propios y extraños, a oficialistas y opositores, pero más que yo los necesita el país”.
En el escenario, la mayoría de los ministros y colaboradores comenzaron a mirar hacia Randazzo, a quien ya la sonrisa se le había desdibujado. Ya temprano por la mañana, Aníbal Fernández había salido a descalificar la desafortunada participación de Randazzo, el fin de semana pasado, en el foro de Carta Abierta.
En la Casa Rosada comentan que a la presidenta le había molestado mucho la imitación que hizo Randazzo de Daniel Scioli y la utilización de la palabra “manco”, aunque haya sido en referencia al proyecto. Comentan que a Cristina le indignó más aún al ver el llanto de Karina Rabolini cuando calificó el comentario de Randazzo como “horrible”.
La esposa de Scioli, en tono suave, había dicho: “No te podes reír de la desgracia de alguien. Me parece horrible lo que dijo”.
Es conocido que la presidenta mantiene una relación formal con Karina Rabolini, es decir que su indignación no es producto del afecto sino de considerar que el mofarse en política no la enaltece. A la jefa del Estado tampoco le gustó la participación de Scioli con Tinelli.
Pero, este miércoles, el reto era para el ministro de Transporte.
Así lo expresó en su discurso cuando reclamó que “el pueblo, la sociedad necesita escuchar las ideas, las propuestas, necesita escuchar cuál va a ser la dirección que va a tener la patria a partir del 10 de diciembre”.
Pero, si algo le faltaba a Randazzo, es que a continuación la presidenta elogiara y con creces al ministro Axel Kicillof. Cristina recordó: “Nos auguraban que la Argentina volaría por los aires allá cuando a fines del 2013, luego de mi intervención quirúrgica, Axel tomó el manejo del Ministerio de Economía, no de la economía, porque la economía la sigo manejando yo, como hacia Néstor, guarda”.
Hasta aquí, parecía que les ponía límites a sus ministros. Sin embargo, la jefa del Estado continuó: “Él es mi mano derecha, mi mejor asesor, mi mejor asistente, pero las decisiones son siempre políticas en economía, y las decisiones siempre las tiene que tomar un presidente”, conceptos que tanto Néstor como Cristina siempre enfatizaron.
Cabe señalar que, en los pasillos de la Rosada, se comenta que la relación de Kicillof y Randazzo es de “compañeros de trabajo”, una elegante manera de definir un vínculo cortés. En tanto, y a pesar de que se piense lo contrario, el ministro de Economía tiene un buen diálogo con Daniel Scioli, a quien se suele ver en más de una ocasión en el Palacio de Hacienda.
Los rumores respecto del futuro de Kicillof volvieron a arreciar luego del elogio presidencial. En el entorno del ministro sostienen que Kicillof “irá al cargo que decida Cristina” y en ese sentido reconocen que “Axel se sentiría más a gusto continuando al frente de Economía”.
Todos estos importantes conceptos presidenciales fueron pronunciados al encabezar en Retiro la firma de la promulgación de la ley de estatización de los ferrocarriles, es decir uno de los actos más importantes de Randazzo.
En el mismo discurso la jefa de Estado también lanzó advertencias a los sindicatos, a los empresarios y a los medios de comunicación.
En un mensaje que, ahora sí, parecía más dirigido al gobernador de la provincia de Buenos Aires y también a Mauricio Macri, Cristina dijo: “No se puede gobernar con encuestas, hay que gobernar con acciones y pensando en el pueblo y en la Patria; sigan manteniendo los subsidios al transporte”, concluyó la presidenta con su envío de mensajes que luego tienen acciones concretas, como fue cuando pidió un “baño de humildad a sus candidatos” y comenzaron a bajarse de las candidaturas.
Previamente, Randazzo en su discurso, donde llamó la atención que hablara en primera persona, prometió: “Como militante político me comprometo a defender la recuperación ferroviaria, la recuperación de YPF, el Fútbol para Todos y la aplicación definitiva de la ley de Medios”.