El frio llegó a Los Estados Unidos. Desde hace una semana las bajas temperaturas afectan Florida y no sólo perjudican a sus habitantes sino que también a las tortugas marinas, iguanas y manatíes.
Estas especies están acostumbradas a los 20 grados que suelen disfrutar durante casi todo el año. Las autoridades pusieron en marcha un plan para salvar a 2.000 tortugas que entraron en coma por las bajas temperaturas. Muchas de ellas fueron encontradas inconscientes en playas y lagos aunque, afortunadamente, muchas de ellas podrán ser reanimadas.
Varios ejemplares fueron trasladados al centro espacial Kennedy de la NASA, donde se encuentra el refugio Merrit Island. Allí, las sumergen en piscinas para niños de agua templada para regular su temperatura y las vigilan, ya que cuando sufren estos cambios de temperatura pueden volverse agresivas entre ellas.
«Si no hubiéramos intervenido habrían muerto. Algunas de ellas estaban quietas en la playa y los pájaros comenzaban a atacarlas», aseguró al diario británico Terry Norton, director y veterinario del centro de tortugas de Jekyll Island.
Las tortugas no pueden regular su metabolismo de modo que, si la temperatura del agua cae por debajo de los 10º, entran en coma. Lo mismo ocurre con las iguanas. Entran en trance cuando las temperaturas bajan de forma brusca, lo que provoca que caigan de los árboles.
Los manatíes también lo están pasando muy mal, más de 400 ejemplares fueron trasladados a los canales cercanos a plantas hidroeléctricas en su búsqueda de aguas más cálidas.
