La compañía aérea Flybondi, que se presenta como «ultra low cost», envió un descargo a raíz de la nota que El Ciudadano publicó este viernes sobre una pasajera a la que le suspendieron el vuelo y que, dijo la joven, en medio de la imposibilidad de contactarse con los canales oficiales para obtener una respuesta, y tras enviar un mensaje a la cuenta oficial de la empresa en Instagram, sufrió un intento de estafa desde un perfil apócrifo en la misma red social, donde se vuelcan numerosas quejas hacia la firma.
La empresa señaló que la suspensión o reprogramación de vuelos es por causas ajenas, específicamente por «la sorpresiva asamblea que realizaron los trabajadores de Intercargo (empresa de servicios de rampa) el día martes en Aeroparque». Por eso, argumenta la nota corporativa, tuvo que cancelar 8 vuelos y reprogramar otros 40.
«Para los pasajeros afectados se ofrecieron diferentes soluciones: la reubicación en el vuelo más próximo que cuente con disponibilidad, la posibilidad de cambiar la fecha de su vuelo, solicitar un voucher de crédito para utilizar en futuras compras o la devolución del dinero», asegura la compañía en el descargo. La joven que expuso su periplo a este medio aclaró que, tras varias dilaciones, efectivamente acordaron el reintegro, pero en un plazo de hasta 30 días, siendo que ese dinero lo necesitaba para contratar con urgencia otro servicio de traslado hacia su destino y no perder la seña del alojamiento.
En su denuncia, la frustrada pasajera señaló que el pasado jueves le avisaron sobre la cancelación del vuelo ontratado para el lunes próximo con destino a Mendoza. Lo hicieron por mail. Apenas lo recibió, alrededor de las 16, intentó contactarse con el teléfono que figuraba en el correo, pero recién la atendieron a la noche y sin solución respecto a reprogamación o reintegro del dinero del pasaje.
«Cuando se realiza una reprogramación o cancelación de varios vuelos juntos los canales de contacto pueden saturarse por el caudal simultáneo de llamadas. Por eso también la compañía ofrece otras alternativas como la autogestión de los cambios a través de la web, la atención vía email o mensaje directo en los perfiles oficiales en redes sociales», sigue el texto de descargo de la compañía.
Flybondi, ante la denuncia de un intento de estafa que la afectada aclaró que fue de terceros, explicó que «es muy importante verificar que la interacción sea sólo con los perfiles oficiales de la compañía, ya que las estafas virtuales desde cuentas falsas es un tema en crecimiento». Sin embargo, esos actos delictivos se apoyan en la desesperación de clientes que ante la imposibilidad de comunicarse dejen mensajes en, precisamente, los perfiles verificados, de donde toman el primer dato quienes están a la caza de inacautos para engañar.
«Flybondi aclara que no cuenta con atención vía Whatsapp y tampoco se solicitan datos de tarjetas de crédito y/o débito en los canales oficiales. Esta información es compartida en todos sus canales de manera permanente para alertar a los pasajeros», continúa el texto de la empresa enviado a El Ciudadano. La joven que relató su experiencia se percató que esos pedidos cursados desde una supuesta cuenta de atención al cliente no correspondían, pero sobran las personas que no están tan conscientes de esas maniobras y «caen» en manos de los estafadores ante la desesperación por una respuesta que no llega a tiempo.
«Sobre el caso que se detalla en la nota, la pasajera no se contactó con el perfil oficial de la compañía, su reclamo sí fue atendido por el Call Center y se le dio la devolución del dinero correspondiente al tramo que solicitó», fializa la nota de Flybondi. El tiempo verbal en pasado, de acuerdo a lo que dice la afectada, es incorrecto: el reintegro, por ahora, es una promesa y con plazo de cumplimiento de hasta un mes.