La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó la apelación presentada por el Gobierno argentino contra los fondos buitres y esto hace que el caso vuelva a la instancia judicial anterior. Ahora la disputa judicial queda en manos del Juez Thomas Griesa que en su momento ordenó pagar a los fondos NML, Aurelius, Blue Angel y otros pequeños inversores la cifra de u$s 1.300 millones.
Además, ahora se espera la decisión del Gobierno sobre cuales serán los pasos a seguir. El palacio de hacienda tendrá que elegir si paga los u$s 1.300 millones que le reclaman los buitres o si el país entra en default técnico.
El país podría caer en un default técnico, dado que los litigantes podrían obtener órdenes de embargos sobre los fondos que el país transfiere a Nueva York para honrar su deuda regularizada.
Esto podría suceder el 30 de junio, cuando Argentina debe girar a Estados Unidos u$s 228 millones por un vencimiento de sus bonos Discount emitidos bajo legislación de Nueva York.
Los abogados que representan al país del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) ya tienen todos los escritos preparados para el próximo paso judicial que haya que dar, y sólo se necesitaba saber cual era la decisión de la Corte para saber cómo moverse.
Según se indicó en el blog de la Corte Suprema, la jueza Sonia Sotomayor no tomó parte de la decisión. Otras de las posibilidades que había para la Argentina y que no se tomó era que el tribunal consultará al Gobierno de Barack Obama.
En los canjes de deuda de 2005 y 2010, Argentina logró una adhesión del 93% de los inversores para reestructurar una deuda en mora inicial de u$s 102.000 millones, con una quita del 65%, fuertes ahorros en intereses y plazos de pago extendidos.