Espectáculos

Foo Fighters desplegó su furia en River

Tuvieron que esperar 17 años los argentinos para ver al potente grupo de Dave Grohl,   figura del Quilmes Rock 2012. El ex baterista de Nirvana  hizo un repaso rabioso de sus clásicos como "My Hero" o Monkey wrench". El segundo concierto fue bajo la lluvia y con las luces del estadio encendidas.

Por: M. R. Mojo/Ámbito.com

Tuvo que esperar 17 años el público argentino, pero finalmente anoche en el estadio de River se selló ese amor a distancia entre Foo Fighters y esos fans que endulzaron la espera a fuerza de discos, dvds de shows o aprovechando sus presentaciones en vivo trasmitidas por Internet como la de 2008 cuando lanzaron “Greatest hits”. Esos cambios tecnológicos que hacen que hoy uno ya pueda palpitar un show sin haberlo presenciado. Sin embargo, hay algo que no puede medirse a la distancia: la potencia rabiosa de una banda, justamente lo más característico de estos americanos.

El show arrancó un cuarto de hora después de las 21 y tuvo su colofón a cuando las agujas casi clavaban la medianoche, es decir que Foo Fighters rompió el telón en Buenos Aires con casi tres horas de rock al palo. “Esta es la primera vez que venimos a Argentina. Tardamos 17 años en venir. Así que vamos a tener que tocar todos nuestros discos. Este va a ser un show largo”, anticipó Dave Grohl, líder y alma de la banda quien irrumpió en el escenario con su estilo de front-man rockero frenético, quizás comparable con James Hetfield de Metallica, aunque con más movilidad en el escenario y algo de histrionismo.

Y cumplió, no faltó nada. Todo el repertorio fue desde “Foo Fighters”, su primer disco hasta su última obra “Wasting light” presentado el año pasado y razón de esta gira por Sudamérica. Entre los clásico se destacaron temas como “My Hero”, “Rope”, “Break out”, “The Pretender”, “Learn to Fly”, “Everlong”. Destacado aparte merecen las demoledoras versiones de “Monkey wrench”, “These days” (tema preferido del cantante) y “Best of You”, momento donde el público se lució al vocear los acordes de su estribillo cual ovación futbolera.

Pero también hubo algunos bonus track. Unos fueron covers. Sonaron en el Monumental una improvisada pero ganchera versión de “Rock away Beach” de los Ramones y un potente “In the flesh”, de Pink Floyd, por lo que Roger Waters volvió decir presente en Núñez. Además, la banda le regaló a los argentinos uno de sus primeros clásico “Big me”, tema que el propio Grohl admitió que hace años que no tocaban en vivo. Y como si fuera poco, en los bises se subió al escenario la rockera Joan Jett para versionar “Bad reputation”.

Como se dice en estos casos, finalmente la espera valió la pena. Habrá que ver cuánto influyó en esa espera la mala experiencia de Dave Grohl cuando vino allá por 1992 con Nirvana a la Argentina. En esa ocasión, desde la batería de la banda grunge más mítica, fue testigo de la rabia del público argentino contra la banda telonera “Calamity Jane”, conformada íntegramente por mujeres. En esa ocasión estas rockeras recibieron un lluvia de saliva que se fue agravando cuando sobre el escenario ya caían objetos contundentes, lo que provocó que las chicas se retiraran de los tablones anticipadamente bajo la mirada furiosa de Kurt Cobain, líder de Nirvana quien junto a su mujer Courtney Love, promocionaban a la banda. Es por eso que se recuerda de ese show que, enojado con el público, Cobain amagó decenas de veces con tocar “Smell like teen spirit”, pero sólo ensayaba los acordes del riff de ese tema que fue como un himno para una generación y finalmente jamás lo tocó. El mensaje fue claro, era un castigo por tratar mal a las chicas.

Lo cierto es que ahora el público se reivindicó y selló su alianza, al menos con Grohl y el carismático líder retribuyó con una catarata de rock y con la promesa de que no habrá que esperar otros 17 años para que vuelvan. Por lo pronto quien aún no lo vio esta noche tiene la chance en la segunda jornada del Quilmes Rock 2012.

 

En la segunda presentación de la banda, la lluvia obligó a encender las luces del estadio ante desperfectos técnicos en el sistema lumínico, pero el propio Dave Grohl dijo que no le importaba el temporal, porque es “un desastre hermoso que nos permite ver las caras de todos”.  Por suerte para los asistentes, al tercer tema cesó la lluvia y los Foo Fighters ofrecieron un show con más clásicos que los que tocaron en la primera noche.

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