Ford anunció este lunes la supresión de 7.000 empleos, que equivalen al 10% de su plantilla mundial, como parte de una “reorganización” con la que intentará “modernizar” su oferta.
Esa reorganización incluirá despidos y reasignaciones y debería culminar antes de fines de agosto, dijeron voceros de la empresa estadounidense. El objetivo es ahorrar unos 600 millones de dólares anuales, indicó un portavoz a la AFP.
El plan, que comenzó el año pasado, conducirá a 700 despidos en Estados Unidos, México y Canadá; 500 de los cuales serán en esta semana, dijo la vocera de Ford, Marisa Bradley.
La empresa aún no definió específicamente lo que harán en las otras regiones, dijo.
“Ford está realizando un proceso de reorganización que nos ayude a crear una fuerza laboral más dinámica, más poderosa mientras nos tornamos más adecuados como empresa”, comentó Bradley.
“Entendemos que éste es un momento desafiante para nuestro equipo, pero estos pasos son necesarios para que Ford se posicione para lograr éxito y prepararse para prosperar en el futuro”, afirmó.
Por su parte James Hackett, CEO de Ford, señaló que “para tener éxito en nuestra competitiva industria y posicionar a Ford para resultar victorioso en un futuro con carga rápida, debemos reducir la burocracia, empoderar a los gerentes, acelerar la toma de decisiones, enfocarnos en el trabajo más valioso y reducir costos”.
Ya en abril del año pasado Ford había señalado que consideraba reducir su plantilla, cuando anunció su decisión de discontinuar la producción de muchos de sus autos pequeños. Al mismo tiempo, la empresa está incrementando sus inversiones en autos eléctricos y en tecnología de conducción autónoma.
General Motors ya había tomado una medida similar cuando decidió el despido del 15% de su plantilla de trabajadores, el cierre de cinco plantas en América del Norte y el freno a la producción de seis modelos en 2019, todo para centrar esfuerzos en el desarrollo de coches eléctricos.