En el último tiempo, Newell’s ha trabajado intensamente en recuperar su prestigio como club formador de jugadores, una fama bien ganada a la largo de su historia. Primero con Jorge Theiler y desde el año pasado con Carlos Picerni al frente de todo el fútbol juvenil, siempre se destinó buena parte de los presupuestos para jerarquizar las inferiores con recursos humanos capacitados (directores técnicos, captadores, preparadores físicos, entre otros) y una infraestructura acorde (mejora de las canchas, gimnasio y pensiones).
Sin embargo, hay un dato que contrasta con la idea de formar jugadores, promocionarlos como una alternativa válida en el primer equipo y luego poder venderlos para poder recuperar la inversión inicial: desde el Clausura 2009 a este torneo llegaron 74 jugadores al Parque de la Independencia y, en contrapartida, debutaron 52 juveniles surgidos desde el semillero. La pregunta surge entonces por decantación: ¿es Newell’s un club formador o un contratador de futbolistas?
Ese primer año marcó, si se quiere, lo que sucedería con el tiempo. Durante 2009 llegaron al club 13 jugadores y, en cambio, sólo debutaron cinco juveniles. Es cierto, esos juveniles pertenecían al proceso anterior, pero esa tendencia se repitió en casi todos los años posteriores, salvo en 2011: arribaron 11 y debutaron 13.
Otro dato que surge de la comparación es la poca continuidad que han tenido los juveniles que debutaron en este período. Sólo 14 de esos 52 jugadores que llegaron a primera disputaron al menos 20 partidos (26%) y apenas cinco superaron los 50 encuentros (9%). Y 22 de esos futbolistas jugaron menos de cinco partidos (42%).
Muchos defienden la contratación de jugadores argumentando que, hasta ahora, han salido pocos futbolistas de real jerarquía de las inferiores y que es necesario conseguir titulares y recambio afuera. En defensa de esa hipótesis, en este lapso existió una sola venta considerable un futbolista surgido de la cantera: Ezequiel Ponce fue transferido en 4,2 millones de euros a la Roma a principios de 2015 aunque llegó a la entidad italiana seis meses más tarde.
También es cierto que a la hora de contratar jugadores, Newell’s apeló al sentido de pertenencia: 17 de esos futbolistas que llegaron surgieron de las inferiores leprosas (NdR: se cuentan los dos regresos de Ignacio Scocco en 2012 y en 2014) y Ever Banega, pese a no salir del semillero, es profeso hincha rojinegro. Y la mayoría llegó a préstamo o con el pase en su poder, salvo contadas excepciones.
El dato: 142. partidos jugó en primera Hernán Villalba, siendo el futbolista surgido de inferiores desde 2009 que más encuentros disputó con la rojinegra. Sin embargo, se terminó yendo de Newell’s con el pase en su poder.