La tarea de contención y crecimiento que le dan los clubes a la comunidad es invalorable. Con las imágenes de los últimos juegos olímpicos todavía frescas, es imposible sustraerse a la convicción de que muchos de esos deportistas surgieron en clubes de barrio y encontraron sus vocaciones de la mano de profesores entusiastas y dirigentes que dieron de su tiempo libre para crear esos espacios de instrucción deportiva y personal.
Golpeados, ninguneados, abandonados durante años por las políticas oficiales, los clubes subsistieron a fuerza de obstinación y empeño. Tejieron historias como las de Fortín Sorrento y Barracas, dos clubes que se unieron a mediados de la década del 30 para crear lo que hoy se conoce como Fortín Barracas. Primero alquilaron un predio en bulevar Rondeau al 900 y finalmente tuvieron su propio lugar a una cuadra del primer terreno, en Rondeau 1060, donde funciona actualmente.
Fortín Barracas tiene alrededor de 400 socios, abandonó su origen futbolero y se volcó al básquet y al patín artístico, aunque es uno de los pocos clubes que conserva sus canchas de bochas, una actividad en la que todavía compiten a nivel rosarino algunos integrantes del club. A la par, se enseña Taekowndo y Ritmos Latinos.
Pero al ser unos de los pocos clubes de la zona, la demanda de actividades supera la oferta. Y allí apareció el apoyo del Estado provincial, en el marco del Plan Incluir, para inyectar 2 millones de pesos que le permitirán al club construir una plataforma de 28 x 12 metros, donde proyectan practicar vóley, tenis criollo y hasta futsal, aunque también escucharán a los que se acerquen para sumar otras actividades.
Silvia Raquel Pourpour es la primera mujer en presidir el club. Comenzó llevando su hija a patín artístico y de a poco se fue involucrando en la comisión directiva. En medio de la pandemia, en la primera asamblea que se pudo hacer, le ofrecieron el cargo de presidenta y ella lo aceptó con gusto. “Me ofrecieron el cargo de presidenta, porque según dicen soy bastante laburadora y realmente me gusta. Y ahí estamos, hace del mes de abril que estoy de presidenta”, dijo y agregó: “Todo es tener la decisión de hacer las cosas y –obviamente- del poder adquisitivo para poder hacerlo. Muchos cambios se hicieron con decisión. Con un poco de voluntad, trabajamos todos a la par, lo fundamental es la decisión de querer hacer”, resaltó Silvia.
Desde que tomó la administración del club, Pourpour intenta digitalizar lo que siempre fue un registro de papel, a la vieja usanza, y también busca –de a poco- incorporar la figura del portero, para que ingresen al club los que tengan la cuota al día, medida de rigor en todos los clubes pero que en Fortín Barracas siempre dependió de la buena voluntad del socio. “No teníamos portero, cada responsable de la actividad cerraba o abría el club. Le queremos dar un marco de legalidad, porque eso no es posible. Tenemos que tener cierto cuidado, estamos sobre el bulevar, a la vista de todos, estuvimos haciendo entrevistas para tomar un portero urgentemente”, explicó.
“Cuesta que ingrese dinero en medio de la pandemia. Hemos ido aguantando como pudimos. Las actividades principales son patín artístico (tenemos unos 150 patinadores) y básquet (que tiene alrededor de 120). Esas son las dos actividades del club”, agregó la presidenta y explicó que en el marco de las restricciones por el coronavirus también le cedieron un salón al coro de Voces de Alberdi, para sus ensayos.
“Atraer a más gente”
“La idea es hacer otra cancha para atraer a más gente, en una zona de parque que tenemos en el frente del club, de 28 metros x 13. La actual cancha de parqué está dividida entre básquet y patín, no hay horario para que entre otra disciplina, y obviamente al ser un club que está en una vereda tan grande, tan a la vista y en un lugar central, donde no hay clubes grandes en la zona, nos piden más actividades. Entonces bueno, cuando recibimos el dinero pensamos lo que podíamos hacer, que fuera importante para la zona y nos permitiera atraer más chicos. Entonces se nos ocurrió hacer una cancha abierta en un principio, para que se haga vóley y alguna otra disciplina. También pensamos en futsal, para extender todo lo que sean otras disciplinas. La idea no es extenderle más a patín o a básquet, que ya tienen sus horas, sino poner otras disciplinas, para atraer más gente, porque si no seguimos siempre con lo mismo”, explicó la presidenta del Fortín Barracas.
La nueva plataforma será de cemento alisado y la construcción dejará un pasillo de ingreso al club de un metro y medio de ancho. La cancha servirá fundamentalmente para practicar vóley y, si con el tiempo acceden a la competencia, “los partidos se harían en la cancha de parqué”.
“Mientras nos den las dimensiones del lugar, estamos abiertos a sumar disciplinas, puede ser fútbol, tenis, tenis criollo, la idea es abarcar todas las disciplinas que se pueda para atraer más socios”
“Tenemos mucha demanda, vienen y te preguntan por los deportes, pero tenemos tres disciplinas, y la gente dice ¿no hay otra cosa? El tema es tener la base, el piso, nos pusimos en campaña en buscar profesores para vóley y otras disciplinas que queremos agregar”, finalizó Pourpour.