A partir del 15 de diciembre existe un toque de queda desde las 20 y hasta las 6, pero desde este fin de semana la medida se amplía en 15 de los 96 departamentos y entrará a regir desde las 18.
La decisión alcanza al este del país, el «más afectado» por la pandemia, según señaló el ministro de Salud, Olivier Véran, en una entrevista con France 2.
«El toque de queda permite limitar las interacciones sociales que puede haber en el ámbito privado. Sabemos que es ahí donde el virus se expande más. Adelantando el toque de queda a las 18 limitamos aún más los encuentros», dijo por su parte el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, a la cadena TF1.
Algunos funcionarios de la zona este del país exigieron medidas más estrictas e incluso sugirieron reconfinamientos locales, mientras que otros rechazan ampliar las prohibiciones.
«Es una restricción adicional que imponemos a nuestros comerciantes, a nuestras empresas, que pondrá la economía un poco más moribunda», lamentó Charles-Ange Ginesy, presidente del partido LR (derecha) del departamento de Alpes Marítimos, citado por la agencia de noticias AFP.
Las últimas cifras muestran una ligera caída en el número de pacientes hospitalizados, pero la cifra de nuevos casos sigue siendo significativo con casi 20.000 diarios en los dos últimos días.
«Los primeros meses del año serán difíciles», con una epidemia que pesará «al menos hasta la primavera (boreal)», advirtió el jueves el presidente francés Emmanuel Macron en su saludo de Año nuevo.
Sin embargo, también expresó su «esperanza» para el 2021 con la vacuna, prometiendo que no dejaría que «se instalara una lentitud injustificada» ya que las críticas sobre este punto no disminuyen.
Francia es el sexto país más afectado por la pandemia con cerca de 2,7 millones de casos y casi 65.000 muertos.