En el estadio de Murrayfield, ante unos 61.600 espectadores y con el campo en malas condiciones, los pupilos de Marc Lièvremont sustentaron su triunfo en el buen juego de la primera parte, donde consiguieron destacarse 15-6, una diferencia que terminó siendo insalvable para los locales.
Los visitantes lograron dos tries, ambos firmados por Mathieu Bastareaud, una conversión y dos penales contra sólo tres penales de los anfitriones, todos ellos por medio de Chris Paterson.
Con su éxito en Edimburgo, los franceses comienzan con paso firme su objetivo de reconquistar la corona del Seis Naciones, después de las terceras posiciones de las ediciones de 2008 y 2009.
El sábado, Inglaterra e Irlanda también iniciaron con buen pie su andadura en el torneo, ganando respectivamente a Gales (30-17), en Londres, e Italia (29-11), en Dublín, aunque no convencieron por su juego.
En la próxima jornada, la segunda, que tendrá lugar el próximo fin de semana, los ingleses se desplazan a Italia, Francia recibe a Irlanda y Gales actúa como local frente a Escocia, en un duelo dramático entre los dos ilustres derrotados de la primera fecha.