En un partido cerrado, una jugada fue decisiva para la victoria de Francia por 1-0 ante Bélgica. Un disparo de Kolo Muani se desvió en el defensor Jan Vertonghen y descolocó a Casteels, que nada pudo hacer. De esta manera, el equipo de Deschamps jugará los cuartos de final ante el ganador del cruce entre Portugal y Eslovaquia, que juegan en un rato.
Durante los primeros minutos del partido, los franceses buscaron acercarse al área rival a base de pases que no superaron los tres cuartos de cancha con claridad. Bélgica, por su parte, apostó a las contras con corridas de Openda y Doku partiendo desde el medio hacia las bandas.
Para el primer cuarto de hora, los galos se hicieron de la posesión del balón, generando mucho más juego pero sin incomodar a Koen Casteels que solo interivno en un disparo muy debil de Antoine Griezmann.
En la segunda etapa, el combinado que dirige Deschamps mostró una mejor versión. De la mano de Mbappé, los galos fueron por el gol que les de ventaja en el marcador, pero se mostraron con baja efectividad a la hora de la definición.
A pesar de eso, los belgas tuvieron dos ocasiones claras para poner el 1-0 tras dos disparos, uno de Lukaku y otro de De Bruyne, pero el arquero Maignan mostró solidez para contener los remates de las dos figuras de Bélgica.
Pero cuando restaban cinco para el cierre del encuentro, la pasividad de la defensa del equipo de Tedesco fue clave para el gol de Francia. Kolo Muani tómo la pelota dentro del área y disparó al arco. Su tiro se desvió en Vertonghen y descolocó al portero Casteels, que nada pudo hacer para evitar la derrota de su seleccionado.