Encabezados por el sindicato ferroviario, trabajadores estatales franceses protagonizaban hoy una masiva huelga en rechazo a la segunda etapa de la reforma laboral impulsada por el presidente Emmanuel Macron, una medida de fuerza que afecta los principales servicios públicos del país.
Vuelos suspendidos, cancelaciones de trenes, escuelas cerradas y basura acumulada en las calles por la falta de recolección eran las consecuencias más ostensibles de la huelga, convocada por los sindicatos de trabajadores públicos franceses y en especial por el de la Sociedad Nacional de Trenes de Francia (SNCF).
El sindicato ferroviario busca forzar al gobierno de Macron para que revise la reforma en el sector, que implicaría que los nuevos empleados que ingresen a la empresa después del 3 de abril, pierdan la seguridad laboral de por vida y las elevadas pensiones de la que gozan hoy.
Los cuatro sindicatos mayoritarios en la empresa ferroviaria -CGT, Unsa, SUD-Rail y CFDT-, anticiparon la semana pasada que realizarán dos días de huelga de cada cinco laborales entre el 3 de abril y el 28 de junio, después de que el gabinete adoptara el miércoles la primera disposición para poder legislar por decreto en este asunto.
A poco de asumir, en mayo pasado, el liberal e independiente Macron anunció su intención de recortar 120.000 empleos públicos durante su mandato de cinco años, así como una congelación salarial y un plan para flexibilizar las condiciones de trabajo que según los sindicatos eliminarán la seguridad laboral.
«El gobierno necesita prestar mucha más atención sobre cómo son realmente las cosas», advirtió el jefe del sindicato Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly, a la cadena de televisión BFM, citando «serias preocupaciones» entre los trabajadores del sector público.
No obstante, Macron parece dispuesto a soportar la presión sindical, con encuestas que muestran a la opinión pública en gran medida detrás de su intento de poner fin a algunos de los derechos históricos de los trabajadores del ferrocarril.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez, denunció en la emisora France Info que mientras «se nos dice que sólo hay un camino para poner en orden este país, lo que proponen los funcionarios, los trabajadores ferroviarios, son soluciones diferentes de las del gobierno».
«Los funcionarios defienden una idea del servicio público que es la originalidad de nuestro país», añadió Martínez.
Durante la jornada de lucha están previstas más de 140 protestas en toda Francia, con la atención puesta en París donde se realizará una manifestación en el monumento de la Bastilla en la que los sindicatos esperan reunir a más de 25.000 personas.