El Papa Francisco manifestó, a través de una carta enviada al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, quien impulsa del proyecto de modificación del Código Penal, su oposición al endurecimiento de las penas instando a no «confundir la justicia con la venganza».
«El aumento y el endurecimiento de las penas con frecuencia noresuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia», señaló el sumo pontífice en mensaje enviado conmotivo del XIX Congreso de la Asociación de Derecho Penal y el III Congreso de la Asociación de Derecho Penal y Criminología.
«Sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada», añadió el mensaje papal.
En tal sentido estimó que «en nuestras sociedades tendemos apensar que los delitos se resuelven cuando se atrapa y condena al delincuente, pasando de largo ante los daños cometidos o sin prestar atención a la situación en la que quedan las víctimas».
Asimismo, el Papa Francisco consideró que en reiteradas oportunidades son las dificultades económicas y sociales las que contribuyen a la proliferación de la delincuencia amparadas en la corrupción de los poderosos.
«No pocas veces la delincuencia hunde sus raíces en las desigualdades económicas y sociales, en las redes de la corrupción y en el crimen organizado, que buscan cómplices entre los más poderosos y víctimas entre los más vulnerables», indicó.
«Una sociedad que se rige solamente por las reglas del mercado y crea falsas expectativas y necesidades superfluas, descarta a los que no están a la altura», añadió.
En directa relación al proyecto de modificación del Código Penal, el excardenal Jorge Bergoglio señaló que «el perdón no elimina ni disminuye la exigencia de la rectificación, propia de la justicia, ni prescinde de la necesidad de una conversión personal, sino que va más allá buscando restaurar las relaciones y reintegrar a las personas en la sociedad».
«Las medidas que se adopten contra el mal no se contenten con reprimir, disuadir y aislar a los que lo causaron, sino que les ayuden a recapacitar», agregó.
En otra parte de su mensaje se alude a los medios de comunicación puntualizando que «de ellos depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos».
«No pueden convertirse en casos publicitarios, a menudo incluso morbosos, condenando a los presuntos culpables al descrédito social antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas a revivir públicamente el dolor sufrido», explicó.