El papa Francisco manifestó este martes al presidente de Irán, Hasan Rohani, su esperanza de que se logre la paz en Medio Oriente al término de una audiencia privada en el Vaticano.
«Muchas gracias por su visita, deseo la paz», le dijo el papa en italiano tras la reunión de 40 minutos de duración.
«Por favor, oren por mí. Estoy muy feliz de haberlo conocido, y le deseo un buen trabajo», respondió por su parte en farsi Rohani a la salida de la biblioteca papal.
El Presidente de la República Islámica de Irán llegó acompañado por una delegación de 12 personas, entre ellos el canciller, Javad Zarif.
Rohani y Zarif se reunieron luego con el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el ministro de Relaciones Exteriores vaticano, el arzobispo Paul Gallagher.
Se trata de la primera visita a Europa en 17 años de un mandatario iraní.
La audiencia papal había sido fijada para mediados de noviembre pasado, pero tuvo que ser suspendida por los atentados del 13 de noviembre en París.
Rohani, clérigo chiita, es el segundo presidente de Irán que es recibido por un Sumo Pontífice tras el encuentro en 1999 entre el presidente Mohamad Jatami y el papa Juan Pablo II.
El Vaticano acogió con beneplácito el tono más moderado de Irán desde la elección de Rohani y se felicitó por el acuerdo alcanzado con las grandes potencias sobre el programa nuclear de Irán.
El diálogo del papa con el islam y con el chísmo podría ser muy importante para la estabilidad del Medio Oriente.
Al término del encuentro el papa saludó a la delegación que acompañaba al mandatario iraní y presidió el tradicional intercambio de regalos ante un grupo de periodistas.
El mandatario iraní le regaló una alfombra persa realizada a mano y un libro de grandes dimensiones con miniaturas en su interior.
Francisco le donó el medallón de San Martín de Tours y la encíclica «Laudato Si» sobre la defensa del medio ambiente.
Francisco se excusó por no tener una versión en farsi, por lo que le entregó el volumen en italiano y en árabe.