En el marco del monumental Coliseo romano, el papa Francisco dio inicio hoy, Viernes Santo, a su primer Via Crucis como Jefe de la Iglesia católica, a la que quiere acercar a los más pobres y necesitados.
Jorge Mario Begoglio llegó en un automóvil negro al anfiteatro iluminado a pleno, donde fue recibido por el alcalde de Roma, Gianni Alemano y altas autoridades religiosas-, en medio de una multitud entusiasmada de fieles con antorchas encendidas para presidir uno de los momentos cruciales de los ritos tradicionales de Pascua.
El nuevo Pontífice desde el monte Palatino y circundado por miles de peregrinos comenzó así la última parte de su jornada, en un momento para el recogimiento y la reflexión, en el día que comunidad cristiana conmemora la muerte de Jesucristo.
En primer Vía Crucis de este año del Papa, jóvenes libaneses han escrito las meditaciones en las que denuncian las injusticias de los poderosos, exigen libertad religiosa y piden a los cristianos que sigan en Tierra Santa, a pesar, incluso, de la persecuciones que sufren.
Las meditaciones que acompañan a las catorce estaciones del Vía Crucis, que discurrirá por el Coliseo y la colina del Palatino de Roma, han sido escritas bajo la dirección del cardenal Becharas Boutros Rai, patriarca de la Iglesia Maronita, y fueron solicitadas por Benedicto XVI tras el viaje que realizó a Líbano el pasado año.
En la estación «Jesús es condenado a muerte», los jóvenes denuncian que en el mundo actual muchos son los «pilatos» que tienen en las manos los resortes del poder y los usan «al servicio de los más fuertes» y muchos los que, «débiles y viles ante estas corrientes de poder, ponen su autoridad al servicio de la injusticia y pisotean la dignidad del hombre y su derecho a la vida».
«Señor, no permitas que nos incluyen entre los injustos. No permitas que los fuertes se complazcan en el mal, en la injusticia y en el despotismo. No permitas que la injusticia lleve a los inocentes a la desesperación y a la muerte. Ilumina la conciencia de aquellos que tienen autoridad en este mundo, de modo que gobiernen con justicia», escribieron.
En declaraciones a los medios acreditados en la Sala Stampa del Vaticano, Lombardi informó además que el papa Francisco mantuvo ayer una «muy bella e intensa» comunicación telefónica con el Papa emérito, Benedicto XVI.