El papa Francisco reapareció en público, tras los «dolorosa ciática» que lo obligó a suspender su participación en dos misas consecutivas en las últimas horas, y pidió «un año de fraterna solidaridad y de paz para todos», al recitar el Ángelus en ocasión de la Jornada Mundial de la Paz que se celebra este viernes.
«En el umbral de este comienzo, dirijo a todos mi cordial deseo de un feliz y sereno 2021. Que sea un año de fraterna solidaridad y de paz para todos», planteó el pontífice durante el mensaje que dio desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, con televisación directa en streaming.
En el que fue su primer mensaje del año, el Papa leyó el texto de pie frente al micrófono y deseó «que reine la paz en el corazón de los hombres y en las familias; en los lugares de trabajo y de ocio; en las comunidades y en las naciones».
A causa de una «dolorosa ciática», el pontífice se había visto obligado a suspender su participación en las Primeras Vísperas y Te Deum con el que iba a despedir el año durante la tarde del jueves, y también de la Misa por la Jornada Mundial de la Paz con la que esta mañana pensaba inaugurar el calendario de celebraciones.
«Los dolorosos eventos que marcaron el camino de la humanidad el año pasado, en especial la pandemia, nos enseñan lo necesario que es interesarse por los problemas de los otros y compartir sus preocupaciones», enmarcó el Papa, de 84 años, su mensaje.
«Esta actitud representa el camino que conduce a la paz, porque favorece la construcción de una sociedad fundada en las relaciones de fraternidad», afirmó el Papa, que como parte de las medidas adoptadas por el Gobierno italiano para prevenir la difusión del coronavirus en las fiestas, evitó las celebraciones en la Plaza San Pedro, donde tradicionalmente se aglomeran los fieles.
«Cada uno de nosotros, hombres y mujeres de este tiempo, está llamado a traer la paz cada día y en cada ambiente de vida, sosteniendo la mano al hermano que necesita una palabra de consuelo, un gesto de ternura, una ayuda solidaria», convocó.
En ese marco, Jorge Bergoglio planteó que «la paz se puede construir si empezamos a estar en paz con nosotros mismos y con quien tenemos cerca, quitando los obstáculos que nos impiden cuidar de quienes se encuentran en necesidad y en la indigencia».
«Se trata de desarrollar una mentalidad y una cultura del cuidado, para derrotar la indiferencia, el descarte y la rivalidad, que lamentablemente prevalecen», explicó el pontífice argentino en su primera intervención pública del año.
Al tiempo que sostuvo que «la paz no es solo ausencia de guerra, sino vida rica de sentido, configurada y vivida en la realización personal y en el compartir fraterno con los otros. Esa paz tan ansiada y puesta siempre en peligro por la violencia, el egoísmo y la maldad, se convierte en posible y realizable».
Este viernes fue el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, quien celebró la primera misa del año en la Basílica de San Pedro, durante la que leyó la homilía preparada por el pontífice en la que Francisco planteó que «el mundo está gravemente contaminado por el decir mal y por el pensar mal de los demás, de la sociedad, de sí mismos».
«Este año, mientras esperamos una recuperación y nuevos tratamientos, no dejemos de lado el cuidado. Porque además de la vacuna para el cuerpo, se necesita la vacuna para el corazón, que es el cuidado», deseó Parolin leyendo el texto del Papa.
A primera hora, Francisco publicó una postal en su cuenta de Instagram en la que deseó que en 2021 «la humanidad pueda progresar por el camino de la fraternidad, la justicia y la paz».