La cumbre sobre el clima de Naciones Unidas que se celebra en París podría ser la última oportunidad de la humanidad para impedir un desastre medioambiental global, afirmó el Papa Francisco el lunes, advirtiendo que el mundo está «al borde del suicidio».
El pontífice, que publicó una encíclica sobre el medio ambiente en junio, hizo estos comentarios en una conferencia de prensa de una hora de duración abordo del avión que lo lleva de regreso a Roma tras su viaje de seis días por África.
El Papa fue preguntado si la cumbre de París será un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global.
«No estoy seguro, pero puedo decirles que es ‘ahora o nunca'», señaló. «Cada año empeoran los problemas. Estamos al límite. Si puedo usar una palabra fuerte, yo diría que estamos al borde del suicidio».
Francisco habló del retroceso de los glaciares en Groenlandia y de los países en riesgo por el alza del nivel de los océanos.
«Estoy seguro de que (los delegados en París) tienen buena voluntad para hacer algo. Espero que sea así y rezo para que lo consigan», comentó.
Francisco, que visitó Kenia, Uganda y la República Centroafricana, dijo también que el continente es «un mártir de la explotación» de los países ricos que persiguen sus recursos naturales e intentan imponer valores occidentales en lugar de concentrarse en el desarrollo.
Asimismo, confirmó que el próximo año planea visitar México y que espera poder ir a Armenia. «Pero soy viejo y estos viajes son duros», declaró.