Franco Casco, el joven de 20 años que llegó de la localidad bonaerense de Florencio Varela a visitar a familiares en barrio Ludueña sigue desaparecido. El último dato cierto es que fue detenido y trasladado a la seccional 7ª y nada más se supo de él. Ayer, su mamá Elsa se reunió con los fiscales que llevan adelante la investigación por averiguación de paradero y salió al borde de la descompensación: una fotografía de su hijo tomada en la comisaría muestra signos de golpes en el muchacho, y su paradero sigue desconocido. La pesquisa acreditó que el día del arresto se realizó una consulta al fiscal de turno, quien ordenó la libertad del muchacho aunque nadie más lo vio. La Policía sostuvo que luego de la orden liberó al joven en horas de la noche y su madre sostiene que la firma al pie del acta confeccionada por el personal policial no corresponde con la de su hijo. Mañana a las 18, habrá una marcha desde el Cruce Alberdi hasta la comisaría 7ª para pedir por el esclarecimiento del caso.
¿Donde está Franco? Es la pregunta que suena cada vez más fuerte. El muchacho tiene 20 años, es de Florencio Varela y llegó a Rosario a visitar unos familiares que habitan en Ludueña. El 6 de octubre debía retornar a Buenos Aires en tren –tenía pasaje para esa noche– y salió de casa de sus parientes con todas sus pertenencias. Al día siguiente fue detenido cerca del mediodía, luego de un llamado telefónico de un vecino a la seccional.
Según la versión policial fue trasladado, sin ninguna pertenencia ni documentos, a la comisaría por resistencia a la autoridad luego de intentar tirar un adoquín a un móvil.
Los uniformados realizaron una consulta con el fiscal Álvaro Campos, quien ordenó la libertad. Según dicen desde la seccional, la orden se cumplió al cabo de unas horas, cuando culminaron con los trámites de rigor, aunque no hay rastros de Franco. Todas estas circunstancias que sostienen los policías constan en documentación de la repartición, donde el joven figura como Franco Godoy, el apellido materno. Incluso se ubicó por GPS el móvil que trasladó al chico a la seccional por lo que su ingreso a la dependencia está acreditado, creen en la Fiscalía. El punto oscuro surge luego de la orden de libertad: la Policía afirma que Casco salió a la calle esa misma noche aunque nada más se supo de él, nadie más lo vio y su mamá sostiene que la firma al pie del acta confeccionada por los policías no es del chico.
Búsqueda de paradero
El 13 de octubre, Elsa y la hermana de Franco llegaron a Rosario e intensificaron la búsqueda y el 14 presentaron una denuncia ante Fiscalía que recayó en Guillermo Apanowicz y Leandro Trangoni. Ayer Elsa, acompañada por integrantes de distintas organizaciones de derechos humanos y sociales, llegó a la Fiscalía para conocer el avance de la causa. Allí, los funcionarios informaron las medidas que fueron realizando aunque hasta el cierre de esta edición Franco seguía desaparecido. Al concluir el encuentro Elsa, sumida en la angustia, detalló que pudo observar la foto de su hijo, tomada en la comisaría. “Estaba golpeado y mojado”, detalló.
La mujer sostuvo que transcurridos seis días de saber de su hijo por última vez llegó a Rosario y fue directo a la seccional 7ª, emplazada en Cafferata al 300. “No me quisieron mostrar el libro (de guardia), me lo leyeron nomás, pero después de 20 minutos que pasaron adentro; y él (por Franco) estuvo ahí, yo decía que estuvo ahí”, refirió. La mujer afirmó que mientras estaba en la dependencia presintió que su hijo permanecía en el interior mientras ella pedía información.
Por su parte, el fiscal de la causa explicó que están trabajando de acuerdo con el protocolo fijado para estos casos y se solicitó una serie de medidas cuyos resultados están llegando a su despacho. La Dirección de Asuntos Internos lleva adelante la pesquisa y tiene a cargo la toma de declaraciones de las personas detenidas el día del hecho y de los policías que intervinieron en el procedimiento, detalló el fiscal, quien agregó que solicitaron que se acompañe el informe médico de Franco. “Éste es un trámite obligatorio que no consta”, refirió y confirmó que en la foto se observan golpes.
El fiscal sostuvo que se encuentran a la espera del resultado de medidas sobre las cámaras de seguridad que hay en cercanías de la comisaría y de la que tiene la dependencia en su interior, aunque dijo conocer que las filmaciones se eliminan cada 48 horas. También se conoció que se amplió el espectro de la búsqueda en otras zonas de la ciudad y se informó a todos los organismos nacionales sobre la averiguación de paradero.