Por Álvaro Arellano
La industria santafesina recibirá un nuevo golpe si el gobierno nacional avanza con la limitación a las medidas antidumping, que impiden que productos de afuera vengan a destruir el mercado local. Rubros que contienen a miles de trabajadores en la región apelan a esta herramienta para proteger la producción y el empleo, pero las nuevas flexibilizaciones pueden ocasionar un perjuicio para el sector.
En territorio provincial hay al menos 17 medidas anti dumping, solicitadas por firmas del rubro electrodoméstico, metalmecánico, artículos del hogar y bienes de capital. En caso de empezar a limitarse esa herramienta, como pretende el gobierno de Javier Milei, esas empresas quedarán expuestas a la competencia con productos de afuera que pueden posicionarse a precios más bajos, copar el mercado y luego subir los precios a su antojo.
Pero no se trata de la única amenaza que acecha a los industriales de la región. La intención de avanzar contra el Certificado de Importación de Bienes Usados (Cibu) también generó alerta entre los productores de maquinaria agrícola. La iniciativa de Nación busca flexibilizar controles para el ingreso de máquinas usadas. Más apertura con la idea de que la producción local debe competir en desigualdad.
Santa Fe, afectada por el límite al antidumping
Se conoce a las medidas antidumping como el conjunto de acciones y recursos que pueden interponer empresas nacionales para proteger la industria local contra las prácticas desleales de importación, evitando así que ingresen productos de afuera a un precio más barato para posicionarse, destruir la producción local y luego fijar los precios a su antojo.
Una de las modificaciones más destacadas que introdujo el gobierno en los últimos días tiene que ver con la reducción del plazo de duración de las medidas antidumping. Actualmente, las medidas pueden renovarse de forma indefinida por un máximo de cinco años. Con la reforma, la vigencia se limitará a tres años, con una única posibilidad de extensión por dos años más, lo que evitará su prolongación.
Junto con provincia de Buenos Aires, Santa Fe sería una de las más afectadas una vez que el gobierno avance con la liberalización del comercio exterior. El economista del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), Hernán Letcher, mostró algunos datos que exponen el impacto que puede llegar a ocasionar la flexibilización de este instrumento, de protección a la industria y el empleo local.
De acuerdo a los registros que figuran en las resoluciones del ex Ministerio de Desarrollo Productivo, Santa Fe sería la segunda provincia más afectada, ya que en Buenos Aires se encuentran vigentes 44 medidas con el objetivo de proteger a sus industrias, del rubro metalmecánico, plásticos, bienes de capital, electrodomésticos y otras.
En ese sentido, Letcher preguntó: “¿Qué van a hacer Pullaro, Frigerio, Llaryora y Jorge Macri frente a la decisión del gobierno de debilitar las medidas anti dumping? ¿Nacho Torres, Poggi, Saenz y Orrego van a defender a las empresas locales y el empleo o van a mirar para otro lado?”.
Para Santa Fe, las empresas que solicitaron esta medida son en su mayoría las que trabajan en la zona del gran Rosario y del cordón industrial, y que albergan a buena parte del empleo privado de la región, dinamizando también otros sectores.
Maquinaria agrícola en alerta
El avance del gobierno en materia de comercio exterior no termina ahí. Es que durante estos últimos días el secretario del Ministerio de Desregulación, Federico Sturzenegger, sostuvo que avanzarán con la “Deep motosierra” en materia de regulaciones. Uno de los instrumentos afectados será el Certificado de Importación de Bienes de Capital (Cibu), que impide la importación de maquinaria agrícola usada.
Cabe recordar que la provincia de Santa Fe lidera la fabricación de maquinaria agrícola en Argentina, con una importante red de empresas y empleo en el sector. Es por esto que desde la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe).
Al respecto, el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, analizó: “Santa Fe representa casi el 44% de la producción de maquinaria agrícola y este tipo de medidas nos pone en alerta. Ojalá que esa medida no avance. Nosotros mientras tanto acompañamos con líneas de créditos para sostener la producción y pidiendo a las cámaras que revisen costos para lograr mejores precios. Hay que tener en cuenta también que muchas veces la maquinaria de afuera no es compatible con la tecnología local”.
Por su parte, desde la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe), señalaron que, permitir la importación de maquinaria usada generaría una competencia desleal, ya que los insumos para fabricar maquinaria nueva enfrentan mayores impuestos que la maquinaria usada importada. Esto podría perjudicar tanto a los fabricantes locales como a la cadena de valor asociada, además de frenar la renovación tecnológica de un parque agrícola envejecido.