Ningún código. Mochilas desparramadas por el suelo, chicos corriendo y tirándose al piso fue la escena vivida este martes alrededor de las 7 en las puertas del colegio Medalla Milagrosa de barrio Alberdi, luego de que dos varones dispararon al menos una decena de veces contra la camioneta en la que el gerente de una firma textil llevaba a su hijo a clases. El padre, herido, alcanzó a conducir hasta el Hospital Alberdi, a pocos metros de donde lo emboscaron, y de allí lo derivaron a un sanatorio céntrico. En principio, la víctima sufrió un disparo en el rostro y quedó internada estable en un sanatorio céntrico. Aunque no es la primera balacera frente a una escuela, el episodio fue a diferencia de los anteriores, según investigadores y el dueño de la fábrica, un ataque directo al conductor de la chata, que estaba acompañado por dos niños: su hijo y un amigo.
La violenta balacera la cometieron tres varones en moto a las 7.15 en el colegio privado, ubicado en José C. Paz al 1900, casi esquina Superí, cerca de la Plaza Alberdi.
La víctima, identificada como Diego Héctor G., de 43 años y gerente de la firma This Week, conducía una camioneta Volkswagen Amarok color blanca –propiedad de dicha fábrica–, en la que había llevado a su hijo de 12 años y otro adolescente hasta la escuela.
De acuerdo con las declaraciones que aportaron testigos a los pesquisas, los tiradores llegaron en moto por Superí y abrieron fuego en dirección a la Amarok. También contaron que se escucharon entre 10 y 15 disparos, justo cuando cientos de chicos y chicas ingresaban al turno mañana del colegio. En el lugar también había padres y docentes.
Tras el ataque, que dejó al menos siete balazos en el lateral izquierdo del vehículo, el amigo del hijo del conductor bajó y se refugió en el colegio. En tanto, Diego G. alcanzó a llegar junto a su hijo, a contramano, hasta el hospital público que da a la plaza homónima.
Los médicos de guardia asistieron al hombre por dos orificios de arma de fuego, ya que el proyectil ingresó por el maxilar y salió detrás de uno de sus oídos. Luego fue derivado al Sanatorio Parque. Cerca del mediodía, uno de los médicos del Parque describió en el programa De 12 a 14 (El Tres) que la víctima podía hablar y que nunca había pedido la conciencia.
«Está bien, sin riesgo de vida. Tiene un impacto de bala en el rostro, en la parte superior de la mandíbula. Tendrá una operación con una intervención para sacar los elementos rotos como las piezas dentarias y huesos», explicó el profesional de la salud para agregar que «pueden quedar algunas secuelas para la apertura y cierre de la mandíbula».
El colegio con custodia policial
Luis García, director del colegio Medalla Milagrosa, habló con diferentes medios de comunicación y trató de llevar tranquilidad a la comunidad educativa al remarcar que el ataque no estaba dirigido contra la institución y que las clases se desarrollaron con normalidad tras el incidente, aunque en la salida y la entrada del turno tarde tuvieron custodia policial. Además, desde el establecimiento informaron que el móvil policial estará en las próximas jornadas.
«Parece que fue intento de robo, que le quisieron sacar la camioneta», indicó el directivo, quien confirmó «que los dos alumnos concurren al establecimiento», que resultaron ilesos, y que el hombre herido «es el padre de uno de ellos».
García dijo que el hecho «causó conmoción» porque fue justo en el horario de ingreso de los alumnos, por lo que «había muchos chicos y padres en la puerta y hubo gritos, corridas y pánico».
No hay amenazas previas
Sergio “Gringo” Colatti, dueño de This Week, dijo a Cadena 3 que el hombre baleado “no tiene problemas ni amenazas. Tenemos que hablar de un milagro porque la bala entró y salió. Había dos nenes”, resaltó.
“La política (dixit) se acaba de llevar puestos a 100 lugares de trabajo porque tenía un proyecto de un gran bar y autos antiguos en Fisherton y acabo de decir que no me voy a exponer”, dijo Colatti para aclarar que no fue un intento de robo sino un ataque directo.
Desde Fiscalía dispusieron las primeras medidas para intentar dar con los autores, cuya huida quedó registrada en una cámara de video del barrio. En principio, no descartan hipótesis, aunque la del robo es la que menos consistencia tiene.
Colatti también se refirió al ataque anterior que sufrió la firma hace tres años cuando motociclistas balearon la camioneta de un socio de la empresa y el frente de la fábrica cuando estaba en Zuviría al 7400. “Nos habíamos mudado provisoriamente a un galpón donde el frente estaba intervenido artísticamente con pintadas de Rosario Central. Habían gastado mucha guita en eso. Ahí sí nos amenazaron con que si pintábamos eso nos iban a balear. Efectivamente, lo pintamos de blanco y nos tiraron contra la pared”.
El empresario adjudicó la balacera de hace tres años a «una facción de la barra» canalla que era de barrio Belgrano. «Igual, tampoco antes de ese hecho tuvimos amenazas», remarcó.
