Tras el escándalo electoral en Tucumán, todos los frentes políticos pusieron en marcha una serie de medidas para reducir los riesgos de posibles irregularidades, en tanto que la justicia electoral aplicará reformas con el objetivo de garantizar la transparencia en los comicios y restablecer la confianza del electorado.
Con anticipación, los equipos de campaña prepararon fiscales adicionales, designaron veedores a cada uno de los centros del Correo y lanzaron aplicaciones para teléfonos celulares a modo de prevención y a partir de la experiencia adquirida en las Paso, donde cada fuerza detectó debilidades en la fiscalización.
Por otra parte, entre las medidas más importantes dispuestas por la Cámara Nacional Electoral se destacan la creación de un cuarto oscuro adicional bajo llave en los centros de votación, la modificación de la ruta del Correo sumado a la instalación de un sistema de GPS en los vehículos de transporte de urnas, y el reemplazo de los tradicionales telegramas con escrutinio provisorio por papel autocopiante para la impresión y confección de las actas, para evitar problemas en la transcripción de los resultados.
Asimismo, las autoridades de mesa están instruidas para realizar inspecciones en el cuarto oscuro como mínimo una vez cada diez votantes, a fin de monitorear si hay stock suficiente de boletas de cada una de las agrupaciones, y reponer en caso de faltantes.
Los fiscales partidarios, a su vez, podrán auditar el Software de escrutinio provisorio y definitivo, y estarán habilitados para acreditarse en los 235 centros de recepción, digitalización y transmisión de los telegramas de escrutinio que habrá distribuidos en distintas localidades del país.
En otro orden, alrededor de 96 mil efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad custodiarán las 13.500 escuelas, y escoltarán los camiones del correo que trasladarán las urnas a los centros de depósito de la justicia electoral.
Los telegramas serán transportados desde los locales de votación hasta estos depósitos en sobres inviolables, que incorporan una tecnología por la cual ante cualquier intento de ser abiertos, se rompen.
En tanto, fuentes de la Dirección Nacional Electoral aseguraron que la publicación online de los resultados estará unas horas después de procesada la información de los telegramas, alrededor de las 22, mientras que las tendencias estarán disponibles cerca de la medianoche.
«Los ciudadanos se podrán ir a dormir sabiendo qué va a ocurrir en los próximos 30 días», aseguró días atrás el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio.
No obstante, la Cámara Electoral pidió a los seis partidos que sean prudentes en sus comentarios al término del acto eleccionario, teniendo en cuenta que el escrutinio definitivo recién comenzará a ejecutarse 48 horas después.
Tullio, máximo representante del Gobierno en materia electoral, suscribió además con el defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, un convenio por el cual los defensores del Pueblo presenciarán la operación de escaneo de telegramas que se desarrollará en los centros de transmisión digital del Correo.
En otra línea, garantizó que no se superará el plazo máximo de diez días que establece la ley para la oficialización del escrutinio definitivo una vez finalizadas las elecciones generales.
«No vamos a permitir que se cometa una injusticia como la que se cometió con los tucumanos y la Junta Electoral, haciéndola jugar un partido, cuando tenía que ser el árbitro», destacó Tullio.
Por otro lado, las ONG Poder Ciudadano y Ser Fiscal elaboraron un informe en conjunto en el cual consignan una serie de recomendaciones a tener en cuenta por el votante.
Una de las sugerencias apunta a que si el elector no encuentra la boleta de su preferencia en el cuarto oscuro, debe informarlo inmediatamente a la autoridad de mesa, y en caso de que ésta no pueda dar una respuesta adecuada, debe exigir la intervención del delegado judicial presente en el centro de votación.
Ser Fiscal también llevó a cabo un programa de capacitación de fiscales en empresas, para aquellos empleados que decidan fiscalizar el domingo, sin importar el partido para el cual lo hagan.