Un hombre de 32 años fue baleado ayer a la madrugada, cuando salió de su casa en moto para comprar cerveza. Volvió a los pocos minutos con un balazo en el tórax. Fue en la zona noroeste, donde familiares y amigos de la víctima se mostraron indignados no sólo por el ataque, sino por lo que vino después. Según afirman, la ambulancia del Sies tardó una hora y media. Cuando arribó, el muchacho estaba muerto. Otro de los episodios se dio cuando la abuela de la víctima, una mujer mayor, se descompuso y volvieron a pedir la ambulancia del Sies, que aseguran nunca llegó.
“La nonita es grande, ella –por la abuela de la víctima– vive delante de la casa del hombre asesinado y no le dijimos bien qué le había pasado pero igual se puso muy nerviosa y estaba descompuesta; los llamamos bien temprano y no vinieron nunca”, contó una pariente del muerto.
Según fuentes policiales, anteanoche a las 2 de la madrugada Jorge Damián Prestifilipi, de 32 años, salió de su casa ubicada en Junín al 2200, se subió a su moto y fue a comprar unas cervezas a un quiosco que queda a un par de cuadras de su vivienda.
Sin embargo, el hombre regresó a toda velocidad, tiró su vehículo, una Guerrero 110, y le dijo a su mujer que entre a la casa. Una vez en el interior, la víctima le dijo que lo habían baleado y le mostró a su esposa la herida.
Los familiares señalaron que Prestifilipi le rogaba a su mujer: “Cortame acá porque no puedo respirar”, señalando la perforación ubicada en la costilla del lado izquierdo. Eso fue lo último que alcanzó a decir, ya que después se desmayó.
En tanto, los voceros del caso agregaron que, cuando llegó el Sies para asistirlo, ya había fallecido y los peritos comprobaron que además del impacto que tenía la víctima en su cuerpo, había al menos dos más en su motocicleta.
Por su parte, los investigadores agregaron que el agresor estaría identificado, pero que todavía la pesquisa se encuentra en una etapa incipiente.
En ese marco, varios vecinos, familiares y conocidos de la pareja aseguraron a El Ciudadano que este ataque no se trató de un ajuste de cuentas o una venganza “porque no tenía problemas con nadie”.
También reclamaron que la víctima llegó a su casa malherida alrededor de las 2 de la madrugada y que el Sies se demoró casi una hora y media en llegar al lugar por lo que, cuando la ambulancia se presentó, Prestifilipi ya estaba muerto.
Otra de las irregularidades que denuncian es que la víctima no tenía documento de identidad porque según una pariente “se lo había retenido la Policía por un problema tiempo atrás”, hecho que demoró los trámites para que retiraran el cuerpo de la morgue.
“Fuimos a las 8.30 con un papel que nos dieron en la comisaría, pero en la morque nos dijeron que no estaban bien los datos, así que se demoró todo. Encima, como ya era casi media mañana y en ese lugar estaban ocupadas las cámaras frigoríficas, el cuerpo se descompuso y la casa velatoria nos dijo que no lo podíamos velar. Ahora tenemos que esperar hasta la tarde para ver cómo hacemos para enterrarlo en el cementerio La Piedad”, comentó indignado un familiar directo.
Desde el Instituto Médico Legal, en tanto, afirmaron que la autopsia se practicó a la mañana temprano y que el cuerpo no presentaba ninguna patología que le permitiera descomponerse en tan poco tiempo. Además, afirman que las cámaras de frío funcionan perfectamente y que cuentan con lugar suficiente para realizar su trabajo.
En tanto, fuentes policiales aclararon que la persona no tenía DNI por lo que se le tuvo que armar una ficha con todos sus datos para que pudieran retirar el cuerpo, pero que en ningún momento se le retuvo su documentación.
Los vecinos de Junín y Felipe Moré aseguraron que hace poco los mismos agresores que hirieron a Prestifilipi le dispararon a un joven en el pie cuando volvía de comprarles droga y se la sacaron.