Un hombre de 55 años años fue condenado por la tentativa de femicidio de su ex pareja con la que convivió por 20 años. La mujer fue víctima de violencia de género mientras duró la relación y el punto máximo de agresión llegó cuando fue sorprendida en la cocina de su trabajo en la localidad de San Javier, dónde el agresor la amenazó y atacó con un cuchillo. El hombre fue enjuiciado y este jueves se conoció una condena a una década en su contra.
La víctima después de años y años de padecer violencia decidió terminar la relación e independizarse económicamente. Pero su ex pareja no aceptó esa situación y todo fue de mal en peor. El 16 de diciembre de 2018 la víctima trabajaba en la cocina de un local gastronómico ubicado en San Martín al 1900 de la ciudad de San Javier cuando Reinaldo Romero ingresó al lugar. Según la acusación fiscal se avalanzó sobre la mujer con una cuchilla, la amenazó y la hirió en la zona del cuello. Una compañera de trabajo que escuchó el escándalo entró a la cocina y ayudó a la víctima. El agresor intento continuar con el ataque hasta que llegó el personal policial y lo detuvo.
El caso llegó a juicio y Romero enfrentó los cargos de tentativa de homicidio doblemente calificado por haber mantenido una relación de pareja con la víctima y por mediar violencia de género. La fiscal Rosana Marcolín, acompañada en el debate por su par Manuel Cecchini, pidió una pena de 15 años de cárcel mientras que la defensa planteó el cambio de calificación penal y pidió el reencuadramiento en el delito de lesiones leves.
Este jueves, el tribunal de la capital provincial que presidió el debate y estuvo a cargo de Jorge Patrizi, Sandra Valenti y Héctor Gabriel Candioti, dio a conocer su veredicto y resolvieron sostener la calificación fiscal y condenar a Romero a la pena de 10 años de prisión. Tras conocerse la sentencia la fiscal Marcolín mostró su conformidad con la decisión y valoro que el fallo fue unánime y con la calificación que plantearon en los alegatos. Dijo que “Romero nunca demostró arrepentimiento ni angustia ante los hechos que cometió, además de provocarle a la víctima un grave sufrimiento psicológico”.
“Si bien habíamos solicitado una pena de 15 años de prisión, entendemos que la condena es razonable y que, en función de las declaraciones de los testigos, era previsible”. Sin embargo, advirtieron que “aguardaremos los fundamentos de los magistrados para analizar los motivos por los cuales resolvieron de la forma en la que lo hicieron”, concluyó.
