El adolescente de 15 años que el año pasado fue detenido en el marco de la investigación por el asesinato de Leandro Zini burló todas las estrategias de reinserción social y medidas extraordinarias que desde la Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia, junto con el juez de familia interviniente, dispusieron para darle contención y alejarlo del delito. Las truncas disposiciones de las instituciones provinciales comenzaron unas horas después del homicidio de Zini, ocurrido el 24 de julio pasado, cuando el pibe, por su edad no punible, quedó detenido y al día siguiente confesó haber sido el autor del asesinato ante la jueza de Menores Nº 2, Gabriela Sansó. Esta semana, fue llevado por cuarta vez a una seccional por estar cerca de su hogar de Mar del Plata al 200 bis, cuando en realidad debía estar alojado en una institución de Provincias Unidas al 2200, bajo custodia policial.
Por su edad, el chico no es punible y tras su confesión quedó alojado en un Hogar de Varones de Chubut 6950, pero se escapó al día siguiente de su entrada. Después de más de 24 horas de búsqueda, la Policía lo encontró en la vivienda de un familiar, ubicada en Casilda al 5700, y fue trasladado a la Casa de la Infancia, de la ciudad de Santa Fe.
En ese contexto, la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, junto con el juez de familia interviniente, dispuso una medida de contención para que el chico quedara a cargo de su familia ampliada (abuelos o tíos) fuera de los límites de Rosario.
Sin embargo, el chico se escapó de sus tutores hasta el 2 de octubre del año pasado, cuando fue detenido en la esquina de Santa Fe y San Nicolás junto a varias personas, entre las que se encontraba su hermano de 17, acusado de robarse una moto que estaba estacionada en Castellanos al 600.
En esa ocasión, los funcionarios ordenaron que fuese alojado en un instituto de la capital provincial para luego radicarse en otra institución en Rafaela, pero como en otras oportunidades se fue.
Cayó nuevamente en la mañana del pasado 8 de noviembre, tras protagonizar una persecución cuando personal policial quiso identificarlo junto otro adolescente mientras transitaban en moto a toda velocidad por Teniente Agnetta y avenida Pellegrini. Según la policía, los motociclistas arrojaron una cartera, la cual había sido sustraída minutos antes, e intentaron huir hasta que en Provincias Unidas y Presidente Perón fue quedó apresado el chico mencionado, mientras que su compañero logró esfumarse.
Como un deja vu, el adolescente quedó bajo la tutela de otro familiar y volvió a ser noticia a finales de enero pasado cuando una persona le disparó en el abdomen mientras caminaba con un amigo por un asentamiento precario ubicado en inmediaciones de Cerrito y las vías, en la zona oeste. El adolescente quedó internado en el Heca.
A pesar de ser menor de edad y no punible, la Justicia ordenó una serie de medidas por la gravedad y la complejidad que tanto su entorno como su conducta representan. Entre otras, se resolvió que el chico no puede regresar a barrio Industrial. Por lo tanto, cuando anteayer alrededor de las 15.40 los uniformados advirtieron su presencia cerca de Mar del Plata al 200 bis lo llevaron a la seccional 8ª por cuarta vez en menos de un año. El adolescente tenía un pedido de captura desde el 25 de enero pasado cuando luego de recuperarse del tiro fue nuevamente alojado en un Hoprome.
Ahora quedará a cargo de otra institución de régimen abierto, mientras que las flamantes autoridades de la Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia debatían al cierre de esta edición es la estrategia que puede adecuarse en este caso, que puso en crisis el sistema para abordar la problemática de menores en conflicto con la ley penal.
El homicidio de Leandro Martín Zini, de 21 años, ocurrió el domingo 24 de julio pasado alrededor de las 6.30, cuando salió a la vereda de su casa de Mar del Plata 30 para acompañar a su novia para que subiera a un taxi. En el momento en que el coche estacionó, la chica fue sorprendida por dos muchachos, uno de los cuales intentó arrebatarle la cartera. Zini salió en su defensa y comenzó a forcejear con los ladrones. Mientras los jóvenes peleaban, el taxista huyó a toda velocidad. Fue ese el momento en que uno de los ladrones decidió poner fin a la pelea, extrajo un cuchillo y le dio a Leandro un puntazo mortal a la altura de la tráquea, para luego salir corriendo.
A pesar del esfuerzo de vecinos y de médicos del Heca para asistir al joven, éste falleció casi dos horas después de la agresión. Esa tarde fueron detenidos tres menores, entre ellos dos hermanos de 15 y 17 años, sospechados de ser homicidas de Zini, hecho que finalmente se adjudicó el más joven de los pibes.