El ruido que generó el plan de Precios Transparentes en comerciantes y consumidores desencadenó una nueva marcha atrás del gobierno. Mediante una resolución publicada el martes pasado en el Boletín Oficial, la Secretaría de Comercio dispuso que los negocios ya no tendrán la obligación de exhibir el Costo Financiero Total (CFT) en los casos en los que se ofrezca venta financiada y que, incluso, el comerciante podría absorber ese costo y ofrecer cuotas sin interés. La modificación fue celebrada por la Asociación Empresaria de Rosario, cuyo titular afirmó que por el programa nacional la comercialización en cuotas bajó un 30 por ciento en febrero en relación con enero.
Cuando se anunció, Precios Transparentes obligaba a los locales a diferenciar el precio de contado del financiado y, en este caso, exponer la tasa de interés anual y el CFT para cada alternativa bancaria. El objetivo oficial era que los consumidores tuvieran conocimiento de cuál era el verdadero costo por pagar en cuotas y desinflar los precios de contado. ¿Qué ocurrió? Pocos comercios bajaron sus valores en un solo pago y la mayoría encareció las cuotas.
La resolución publicada el martes en el Boletín Oficial establece que el CFT sólo debe ser expuesto en sistema de venta electrónica y en las publicidades en los medios masivos, pero no es obligatorio para el resto. Sí deberán exhibir el precio de contado, el financiado y el monto de cada cuota. Pero si el comerciante quisiera absorber el costo del financiamiento y ofrecer “cuotas sin interés”, podrá volver a hacerlo.
Con la norma original, sólo podía apelar a ese recurso si realmente no había costo financiero, al ser el banco el que se hacía cargo.
Por lo tanto, el nuevo esquema se asemejará bastante al vigente antes de la aplicación de Precios Transparentes. De hecho, muchos comercios ya comenzaron a implementar esta estrategia desde el lunes, antes de que saliera la norma en el Boletín Oficial.
La gran pregunta es cómo sabrá el consumidor que realmente el comerciante está absorbiendo los costos o si previamente no le subió el precio para ofrecer engañosas cuotas sin interés, como ocurría anteriormente.
Para el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab, será muy difícil que de ahora en más los precios retrocedan.
“Fue una ilusión creer que las ventas al contado iban a reactivar el consumo. La realidad es que el asalariado común no puede comprar bienes durables o determinada indumentaria en un solo pago. La gran mayoría lo tiene que hacer en cuotas. Es una situación que hay que reconocer”, señaló el comerciante.
Según Diab, tras la puesta en marcha en febrero de Precios Transparentes las ventas financiadas en 12 o 18 cuotas bajaron en la ciudad un 30% en relación con enero.
“El gobierno tomó nota de lo que estaba pasando y parece no querer agudizar la caída del consumo. Por eso acude a esta nueva modalidad. El cambio vuelve a simplificar mucho la situación, tanto para comerciantes como para consumidores. Ahora va a mejorar la realidad para quienes están dispuestos y tienen necesidad de comprar con tarjeta. Igual, está claro que esto no modifica la situación de fondo”, sostuvo el presidente de la AER.
Por su parte, el titular de la cámara que agrupa a las casas de venta de electrodomésticos locales, Hernán Calatayud, también señaló que la comercialización en cuotas cayó en febrero y marzo.
“En parte se debe a Precios Transparentes, aunque no es sólo por eso. Hay que tener en cuenta, en el caso de marzo, que ese es un mes especial. Aún no se terminaron de cerrar las paritarias y es una época de incrementos domésticos, como los servicios públicos”, explicó el comerciante.
Según Calatayud, el incremento de los valores en cuotas con Precios Transparentes se dio sólo en las grandes cadenas, como Frávega, Red Megatone y Garbarino.
“Creo que aumentaron por resguardos legales. Porque los precios no deberían haber cambiado muchos. La mayoría de las pequeñas y medianas casas de electrodomésticos locales no los subimos”, manifestó el empresario.
La came avala
La vuelta atrás de “Precios Transparentes” que decidió el gobierno nacional de Mauricio Macri también contó con la aprobación de los representantes de los comercios más chicos a nivel país. “Me parece que la resolución ayuda mucho a aclarar la gran confusión que se había generado al principio”, indicó Vicente Lourenzo, directivo de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came). El dirigente manifestó que “el pequeño comerciante no siempre tiene la posibilidad o el conocimiento de calcular el Costo Financiero Total de los productos”. La Came es la entidad madre de la Asociación Empresaria de Rosario y viene siendo muy crítica de la gestión de Cambiemos. Sus mediciones están mostrando mes a mes como cae el consumo en todo el país.