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“Fue uno de los momentos más lindos de mi vida”

A Facundo Nadalín le costó dormir en la noche del sábado. El pibe, que hace pocos días cumplió 22 años y apenas cumula 25 partidos en primera, es un fanático leproso que ante Unión cumplió un sueño: anotó un gol con la rojinegra

A Facundo Nadalín le costó dormir en la noche del sábado. El pibe, que hace pocos días cumplió 22 años y apenas cumula 25 partidos en primera, es un fanático leproso que ante Unión cumplió un sueño: anotó un gol con la rojinegra. Y fue en el Coloso, y sirvió para ganar, lo que le da un valor mayor a esa conquista.

“Uno no dimensiona las cosas, pero fue uno de los momentos más lindos de mi vida. Es el primer gol, en mi cancha, que es mi casa, donde me crié, y además fue muy importante para el equipo, porque sirvió para ganar”, desliza el lateral, que abrió el marcador en la victoria ante el Tatengue.

Nadalín todavía disfruta de ese momento único. Ya repasó mil veces la jugada, y no para de disfrutarla. “Fue un instante donde sentí que me estallaba todo. La felicidad te desborda el cuerpo, el alma, todo. Como hincha no puedo pedir más. Fue un día perfecto”, afirma.

Nadalín anotó su primer gol en primera tras capitalizar un rebote. Y si bien el remate fue imperfecto, al ver que la pelota ingresaba al arco comenzó una loca carrera donde parecía querer abrazar a todos.

“Lo primero que se me cruzó por la cabeza fue pensar que mi familia estaba ahí, quería abrazarme con ellos. Atrás del esfuerzo personal, siempre está la familia, que banca, en especial en las malas. Me acordé de mi abuelo. Antes de que falleciera me dijo que iba a llegar a primera, y yo le había prometido que iba a cumplir. El gol es para él, que justo este mes hubiera cumplido años”, comenta Facu, con la emoción a flor de piel.

Abrazar a todos es una imagen perfecta para la sensación que vivió Nadalín. “Es una sensación hermosa, única. Es uno de esos momentos que te dicen ‘tenés que vivirlo para saber que se siente’. Estallás de felicidad al ver como se venía el estadio abajo de alegría, a la gente abrazarse, fue algo hermoso. Ni hablar cuando recibí el abrazo del Gato y de la Fiera, eso no tiene precio. Es un momento que no se va a borrar nunca, algo que voy a poder contarles a mis hijos con gran felicidad”, confía.

Obviamente el inicio con dos victorias ilusiona, y permite respirar un poco, pero Nadalín es consciente que falta mucho. “Hay que ir por más, no hay que conformarse. Sabemos lo que nos estamos jugando, de eso que nadie tenga dudas. Tratamos de no pensar todo el tiempo en los promedios, porque puede resultar perjudicial. Creo que en este inicio lo venimos haciendo bien y con resultados lo otro va a dejar de ser una preocupación”, cuenta.

Este Newell’s de Kudelka parece tener muy claro lo que debe hacer en la cancha, y el defensor lo confirma. “Trabajamos en la semana sabiendo que hay que ganar. El equipo sale a la cancha pensando en positivo, con una idea clara de juego. Estoy seguro que vamos a salir adelante”, señala.

Y agrega: “Somos un grupo muy fuerte. Tanto los más grandes como los chicos sabemos a qué nos enfrentamos. A veces hay que jugar con paciencia porque los rivales se nos cierran atrás, y creo que pasó en los dos partidos y supimos manejarlo”.

Por último, Nadalín hizo una referencia a los experimentados, entre los que se encuentra su ídolo de la infancia: Maxi Rodríguez. “A mí, al Loco Alexis, a Jero, que somos los más chicos que hoy nos toca jugar, saber que tenemos al lado a la Fiera, al Gato, a Alan (Aguerre), a Santi (Gentiletti) nos da una gran tranquilidad. Aprendemos día a día. Y en lo personal ver a Maxi festejando mi gol es una situación única. Ojalá se repita”, concluye.

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