“Sólo quiero dejar en claro que esto no fue un ajuste de cuentas. David era un chico bueno y trabajador. Queremos que el asesinato se esclarezca y el asesino vaya preso. Más no voy a decir”. Con esas palabras, una familiar de David Amarilla recibió a El Ciudadano en una vivienda de Necochea y Ameghino, en barrio Tablada. Amarilla tenía 22 años y fue baleado en la puerta de su casa: una persona preguntó por él desde la vereda, el joven salió al encuentro y recibió impactos en la cara y en el pecho. Hacia las 22, murió en el Hospital Provincial, donde había llegado en estado crítico trasladado por su hermana.
Por la mañana, unas 30 personas acompañaban a la familia Amarilla, que vive en Ameghino 98. Los rostros denotaban bronca y luto, y al ser consultados por la prensa decían: “Hablá con los familiares”. Un código para respetar la decisión familiar de permanecer en silencio.
Los testimonios recogidos en el lugar coinciden a grandes rasgos con la versión oficial. A las 21.30, una moto tipo enduro con dos ocupantes frenó frente a la casa de la familia de David Amarilla, de 22 años y padre de dos hijos. El dúo llamó a viva voz al joven; cuando éste atravesó el tapial que separa el patio delantero de la vivienda, el tirador abrió fuego sobre su humanidad, hiriéndolo de gravedad. La Policía y no tardó en llegar. Amarilla llegó en estado crítico al hospital Provincial pero nada pudieron hacer los médicos para salvarlo, indicaron fuentes del caso.
Afuera del centro de salud, hacia las 22.30, hubo roces con la Policía por parte de allegados a la víctima, pero la situación no pasó a mayores. Sin embargo, en la mañana los familiares de la víctima se mostraron molestos con las primeras versiones que aparecieron en los portales de noticias locales sobre este episodio, redactado sobre la base de partes oficiales. Ese fue uno de los motivos por los que declinaron brindar detalles sobre la muerte violenta, explicaron. “Publican cualquier cosa”, se quejaron.
Un vecino que habló con la prensa dijo su versión de la noche fatal: “No sé qué habrá pasado, se escucharon varios tiros. Para mí se equivocaron, era un pibe bueno. Y ni idea de quién habrá sido, yo sólo escuché disparos. (La familia de la víctima) es gente buena. El chico tenía dos pibes y era laburante, no tenía problemas con nadie. Dicen que fue una moto Honda Tornado. Fue todo de golpe”.
La investigación del homicidio está a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, dijeron fuentes judiciales. Trascendió, temprano, que en las inmediaciones donde ocurrió el asesinato no fueron halladas cámaras de videovigilancia.