Tres hombres armados y encapuchados ingresaron ayer por la madrugada al hipermercado Libertad, ubicado en la zona sur, y tras reducir a seis empleados intentaron abrir con una amoladora la caja fuerte de la tesorería. Como no lograron acceder al botín, los desconocidos se llevaron mercadería de una joyería, pero cuando intentaron ingresar a otro local comercial sonó una alarma, lo que adelantó su partida. Ninguno de los empleados resultó herido y los asaltantes quedaron registrados en las cámaras de seguridad del lugar, aunque con los rostros tapados.
El robo se produjo cerca de las 3 de ayer cuando dos empleados de vigilancia, que responden a una empresa privada, permitían el ingreso a repositores de góndolas y personal de limpieza. En ese momento aparecieron tres hombres encapuchados, dos de ellos armados, que obligaron a los trabajadores a ingresar al centro comercial, ubicado en bulevar Oroño al 6000.
Una vez en el interior, y sin ejercer ningún tipo de violencia física sobre los empleados, los desconocidos tomaron una amoladora de una góndola y pidieron a uno de los trabajadores que les indicara la ubicación de la tesorería, que está en la planta alta del hipermercado.
Se tomaron poco más de media hora para abrir la caja fuerte pero no tuvieron éxito y desistieron. Fue entonces que los ladrones pusieron el ojo en una joyería y, sirviéndose de un martillo que también tomaron de una góndola, rompieron uno de los vidrios y cargaron la mercadería que estaba en exhibición, cuyo valor no fue revelado por los propietarios de la firma.
Luego se dirigieron a un pasillo que divide dos alas de locales comerciales, y mientras iban eligiendo cuál robar, comenzó a sonar una alarma que los decidió a huir sin llevarse nada más. Los tres desconocidos desaparecieron del lugar, en el que dejaron el martillo, la amoladora y sus siluetas en los registros fílmicos.
El gerente de relaciones institucionales de la empresa, Sergio Finzi, remarcó que los dos empleados reducidos están a cargo de la vigilancia y no de la seguridad, ya que la misma es ejercida por la Policía. Además, aclaró que los vigiladores privados no portan armas de fuego.
Por su parte, en la tarde de ayer la joyería robada todavía estaba sin vidrios y sin abrir sus puertas al público, que se multiplica los fines de semana, mientras sus empleadas intentaban calcular las pérdidas materiales y reordenar el lugar. Un pequeño letrero con la frase “cerrado por robo” fue toda la información que brindaban desde el local que llamó la atención de los asaltantes.
Un robo provocó desplazamientos
Poco más de un año atrás, en mayo de 2009, el mismo centro comercial fue blanco de un intento de robo planeado por dos muchachos que fueron detenidos y liberados misteriosamente, situación que le costó el puesto al entonces comisario de la seccional 21a que tiene jurisdicción en la zona.
En esa oportunidad, uno de los vigiladores del hipermercado revisaba las instalaciones antes de que finalizara el horario de atención al público. Cuando pasó por uno de los baños, el custodio fue atacado y amenazado con un arma de fuego por dos muchachos que planeaban esconderse allí hasta la madrugada para salir a robar.
Pero el vigilador logró pedir ayuda a policías que brindaban servicio adicional y los dos muchachos fueron detenidos. Tenían un arma de fuego, pasamontañas y precintos. Sin embargo, pese a que el Comando Radioeléctrico los trasladó hasta la seccional 21a, nunca quedaron detenidos ni registrados en el acta de la comisaría, situación que derivó en el relevo del jefe y subjefe de la comisaría y tres agentes.