Una decena de jóvenes sindicados como integrantes de una banda de narcomenudeo conocida como Los Gorditos en barrio Fuerte Apache cayó ayer por la mañana tras seis allanamientos en una investigación que comenzó el mes pasado la Justicia federal con auxilio de la Policía provincial. Luego, semanas atrás, una vecina había reiterado las denuncias en los fueros provincial y federal contra la gavilla porque la obligaron a abandonar su casa y la amenazaron de muerte por negarse a vender para sus miembros. Fuentes policiales indicaron que esta semana se realizarán las indagatorias en el Juzgado Federal N° 3, a cargo del magistrado Carlos Vera Barros.
Los enfrentamientos por el liderazgo del territorio entre bandas dedicadas al narcomenudeo en Fuerte Apache y la lidera villa Flammarión comenzaron en los últimos meses de 2015. Por esa época, nacieron Los Gorditos. Venían de otros barrios de la zona sur convocados por Cepillo, uno de los vendedores más antiguos de la zona, porque necesitaba hacerle frente a sus enemigos: Lucas y Adrián. Los recién llegados no fueron de mucha ayuda. Cepillo fue asesinado el 4 de diciembre cerca de España y Lamadrid. Con la caída del veterano, su banda, conocida como Los Nietos de la Doris, quedó sin rumbo fijo. Los Gorditos hicieron su jugada y desplazaron a la competencia que los había contratado. En julio último apareció otro jugador y volvieron los tiros. Apodado Juanca y vinculado con los Monos duró poco, porque terminó preso por tenencia de arma, aunque se fugó días después de la comisaría 15ª. Le adjudican a éste haber baleado a un integrante de los Gorditos.
En medio de estos enroques por la exclusividad del narcomenudeo y los tiroteos están los vecinos de la zona sur, víctimas de violencia y usurpaciones. El primer fin de semana de este mes, una vecina dejó en evidencia el accionar de la banda. La joven ya los había denunciado apenas se instalaron, porque la querían obligar a ser su vendedora. La negativa le costó amenazas, balaceras, saqueos a su vivienda y también el intento de secuestro de su hijo. En esa oportunidad, uno de los Gorditos fue detenido por el personal de la comisaría 21ª, dispuesto como custodia por la Fiscalía provincial para la vecina. Tras esa aprehensión, ella debió irse de su casa de Anchorena al 1500.
Según fuentes policiales, en paralelo a las denuncias de la vecina, personal de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones comenzó una investigación en agosto que culminó ayer con allanamientos llevados a cabo por su personal así como de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y el grupo de Apoyo Táctico y la Policía de Investigaciones (PDI). Fueron seis procedimientos en Presidente Roca al 5100, Anchorena al 1500, Lamadrid al 300 bis (barrio Municipal) y Valparaíso al 2500, en la zona oeste, cerca de Villa Banana. Los uniformados incautaron 440 gramos de cocaína, bochas de marihuana, un revólver calibre 22, balas y 6.200 pesos en efectivo. Los apresados fueron nueve jóvenes y una muchacha, todos mayores de entre 18 y 28 años. “Un par eran búnkers, otros viviendas que les usurparon a los vecinos y también había otras como la de calle Valparaíso que la usaban de aguantadero”, describió un pesquisa sobre la particularidad de los lugares allanados.
“Copaban las casas bajo amenaza de muerte, sacaban a los propietarios de las viviendas y las ocupaban para usarlas para búnkers o acopio”, explicó en un comunicado el jefe de la Sección Inteligencia Zona Sur de la Policía antinarcóticos provincial, Alejandro Druetta, sobre la investigación supervisada por el fiscal federal Mario Gambarcorta.
Los apresados y el material incautado quedaron a cargo del juez Vera Barros.
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