El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, disparó en las últimas horas contra la FIFA, que se quejó de los atrasos en las obras necesarias para realizar el Mundial del 2014. «No somos una banda de idiotas», contestó.
«Recién terminó la Copa y ya empiezan a preguntar qué pasa con los estadios, qué pasa con los aeropuertos, como si nosotros fuéramos una banda de idiotas que no tenemos en claro cuáles son las prioridades», enfureció Lula, consultado por periodistas.
Según reflejó el diario O Globo, el gobierno de Lula «desperdició tres años» en los que se podría haber avanzado en la infraestructura que requiere la competición que se hará dentro de cuatro años en Brasil.