Por Randy Stagnaro/Tiempo Argentino
El Banco Central (BCRA) entregó al presidente Alberto Fernández el viernes pasado el anunciado informe en base a la investigación que llevó adelante sobre fuga de capitales y deuda pública. El trabajo asegura que durante el cuatrienio que va de 2015 a 2019, es decir el gobierno de Mauricio Macri, se fugaron de la Argentina 86 mil millones de dólares.
A la magnitud de la fuga se le suma la concentración. “Un reducido grupo de 100 agentes realizó compras netas por 24.679 millones de dólares. Por su parte, la formación de activos externos de los 10 principales compradores explica 7.945 millones de dólares”, indicó el BCRA en un informe de 33 páginas.
La “formación de activos externos” es como se conoce en la jerga financiera a la compra de dólares para atesorar. En tanto, por “agentes” se entiende a firmas autorizadas a realizadas operaciones financieras, incluidas las que se hacen con moneda extranjera. Es decir, se trata de “personas jurídicas” o sociedades. Según la investigación del Banco Central, 85.279 personas jurídicas adquirieron divisas entre 2015 y 2019.
Facilitadores
El Banco Central explicó que esta enorme fuga de divisas se realizó al amparo “del conjunto de políticas económicas que se aplicaron desde diciembre de 2015” que fueron las que “facilitaron la fuga de capitales (…) y crearon las condiciones para la irrupción de un nuevo episodio de crisis por sobreendeudamiento externo”.
Para el BCRA, “el incremento de la formación de activos en el exterior de los residentes fue el resultado de un profundo cambio de paradigma impuesto por la política cambiaria, monetaria y de endeudamiento tendientes a una desregulación de los mercados que impulsó el gobierno de Mauricio Macri”.
La autoridad monetaria recordó que “al asumir en 2015, el gobierno de Mauricio Macri impulsó una primera fase de ingreso de capitales que duró hasta comienzos de 2018. De cada 10 dólares que ingresaron en esa etapa, 8 tenían su origen en colocación de deuda y capitales especulativos. El ingreso de divisas por deuda pública, privada e inversiones especulativas de portafolio sumaron 100.000 millones de dólares en el período. Con la reversión de los flujos de capitales a principios de 2018, las autoridades decidieron recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que desembolsó un préstamo récord de 44.500 millones de dólares”.