La serenidad habitual de Piñero, un pueblo de 1800 habitantes lindante con el sudoeste de Rosario, cambió el sábado por la noche con una manifestación airada de indignación y sed de justicia contra un joven al que acusan del delito de estupro y de divulgar imágenes íntimas de una adolescente en el pueblo vecino, Álvarez.
Una turba enardecida de vecinos se congregó en torno a la sede del templo evangélico Jesucristo Esperanza de Vida, en 9 de Julio al 300, de Piñero, contiguo al edificio comunal de esa localidad. Realizaron pintadas alusivas contra el joven Nahuel C., nieto del pastor a cargo del culto, y lo denunciaron a viva voz de tener una relación íntima con una menor de edad, y de haber difundido de manera virtual fotos íntimas de esa chica entre sus contactos.
El joven escrachado, de 18 años, no estaba en el lugar, o al menos no enfrentó a quienes reclamaban por él. Los manifestantes pegaron carteles en la cuadra, y sobre una camioneta estacionada, al parecer vinculada a la familia. Los acontecimientos merecieron la intervención policial, y la apertura de una investigación penal de oficio.
Las imputaciones del gentío enojado relacionaron al joven con su padre -el pastor Héctor Cabrera-, quien está preso justamente en la cárcel de las afueras del pueblo -la Unidad Penitenciaria N°11- y condenado desde agosto de 2023, a 30 años de prisión por abuso sexual y amenazas contra varias mujeres de su feligresía, cuando atendía en un templo de Batlle y Ordóñez al 1800, en zona sur de Rosario. Los ataques sexuales tuvieron lugar en ese templo, en una fábrica de Entre Ríos al 2600, y en Villa Gobernador Gálvez.