Los feminismos copan las calles y las canchas. Y el debate por el proyecto por la Interrupción Voluntaria del Embarazo también. En el universo deportivo, opinar sobre cosas que no tienen que ver exclusivamente con lo que sucede dentro de la cancha se sale de la norma. Muchas veces porque no se consulta a los protagonistas, otras porque no hay intenciones de manifestarse públicamente de parte de ellos, o en este caso, de ellas. Y ahí aparece en escena el fútbol practicado por mujeres, que parece cambiar esa norma establecida tácitamente. Es normal que las jugadoras hablen y opinen de las realidades sociales, políticas y culturales en las que viven y juegan. Alzan su voz y se manifiestan.
Esta situación puede tener que ver con sus orígenes: en Inglaterra primero fueron las militantes sufragistas las que comenzaron a jugar en 1894, bajo el nombre del club British Ladies Football Club. En el mismo país, años más tarde, aparecieron las Dick, Kerr and Company, mujeres que habían ocupado los puestos de los hombres en las fábricas, y en las canchas, durante la Primera Guerra Mundial. La capitana de este equipo, que protagonizó el primer partido internacional de la historia en 1922, se llamaba Lily Parr y era una militante lesbiana.
En el marco del debate actual por el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que se vota mañana en el Senado, se realizaron diferentes vigilias a lo largo y a lo ancho del país durante el debate en el Congreso. El fútbol estuvo presente. Se armaron picaditos en las calles, se colgaron las banderas de diferentes clubes y se cantaron canciones a favor del IVE. Se vieron cuerpos libres, en todo sentido. Las jugadores, agrupadas muchas de ellas en la Coordinadora de Fútbol Feminista, comenzaron a firmar en octubre una petición a Alberto Fernández para que el proyecto se trate este año, un granito de arena, que mostró que las chicas estaban involucradas.
En el 2018, cuando se pasó por este proceso de debate y votación, una de las pocas voces del deporte en el debate en Diputados fue Mónica Santino, entrenadora de fútbol y referente del colectivo “La Nuestra” de fútbol femenino, que hace más de diez años que trabaja en la Villa 31. Como referente de una organización que trabaja con mujeres, expuso ante la comisión de diputados que debate el proyecto de ley de aborto seguro, legal y gratuito. En aquel momento dijo: “Hablo de fútbol, de aborto y de deseo”. “Lo que las chicas lograron con la conquista de la cancha, del espacio público más importante del barrio, es empoderarse. Cuando hablo de fútbol hablo del derecho a jugar y del derecho de hacer con nuestro cuerpo lo que queramos, toda la vida nos han dicho a qué podíamos jugar y a qué no. Cuando las pibas toman esta conciencia y se paran sobre ese derecho, empezaron a verse como futbolistas pero también como mujeres en ejercicio de nuestros derechos. De eso se trata este debate: de cuestiones culturales, de problemática social, de acceso a la salud. Queremos maternidad que deseemos, así como deseamos jugar a la pelota”, expresó.
Este año no hubo voces del deporte en el debate, pero sí afuera. Futbolistas tomaron la palabra y se posicionaron públicamente. En Rosario, las jugadoras también se sumaron a hablar del tema y, en una charla con El Hincha, contaron sus sensaciones sobre proyecto, su relación con el deporte y coincidieron con un pedido: que sea ley.
Iara tiene 20 años y juega de mediocampista en Rosario Central. Hasta hace unos meses lo hacía en la Reserva y ahora forma parte del primer equipo. Se define como futbolista y como feminista, “ahora más que nunca”. Y tiene argumentos para ello. “Me hacían sentir tan mal conmigo misma a muy corta edad que empecé a cuestionarme cosas y reacciones. Empecé a ir a marchas por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y a las de Ni Una Menos, dónde conocí compañeras hermosas. Y conocí amigas que pasaban por lo mismo con el fútbol, a todas nos denigraban de la misma forma”, comenta.
Tenía 13 años cuando se dio cuenta que quería ser futbolista, “cuando fui a un club por primera vez”. Dice que también gracias a eso, se dio cuenta la importancia de ser escuchadas. “Siempre jugué al fútbol, en distintos ámbitos: escuela, club de barrio, con los pibes en cualquier lado. Siempre tuve el mismo problema, me llamaban marimacho, y me decían que era un deporte para hombres”, cuenta.
Sobre el aborto tiene una postura clara, personal y por “empatía con la que tengo al lado mío como compañera”. “Digo que tiene que ser legal por una necesidad humana, tiene que ser legal para que dejemos de morir, tiene que ser legal por un derecho propio como mujer, tiene que ser legal por las que ya no están, por las que se llevó la clandestinidad”.
Evangelina Villalba, futbolista de ADIUR se presenta: “Tengo 39 años, soy mujer, madre, jugadora de fútbol”. A la pregunta sobre si tiene una posición tomada sobre la IVE no duda en el “sí”. Y habla de un mito: “Así como hemos derribado al patriarcado y al mito de que las mujeres no podíamos jugar al fútbol, en este caso tenemos que derribar la concepción de que la maternidad va a asociada a ser mujer”.
Eva fue madre por deseo. Y dice que así debería ser siempre: “Tienen que dejar de meterse en el cuerpo de nosotras, es nuestra decisión”. Y para tomar esa decisión, habla de Educación Sexual Integral, para que las mujeres puedan decidir y desear. “Para mí la maternidad tiene que ser algo planeado ¿Puedo traer un hijo al mundo? ¿Tengo las herramientas suficientes para hacerlo? Y no sólo serlo porque la sociedad lo dice”, señala.
Renata Pastorino, compañera de Iara en Central, se mostró confiada con la votación: “Lo vamos a lograr, como logramos todo lo que hoy tenemos y como vamos a lograr millones de cosas más”.
Gisel Kolodzinski, arquera de la Selección Argentina de fútbol playa, además de futbolista, es médica. Y desde esas dos profesiones opina sobre la IVE. Resalta el debate, pero dice que no puede verlo porque le es difícil escuchar las argumentaciones a favor del aborto clandestino. Y como Renata, se mostró confiada: “Espero que se apruebe y que sea por fin uno de los grandes logros de estos tiempos”.
Desde su experiencia, como médica, habla de la importancia de la legalización para disminuir las mortalidades. “Los abortos existen, se hacen, no van a aumentar, van a impedir que una persona se muera”, comenta.
Por historia o por convicción, las jugadoras hablan y opinan de lo que sucede dentro y fuera de la cancha y se unen en un pedido: “Que sea ley”.
