Dos dirigentes del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) fueron detenidos este viernes con 25 «handies» en su poder, al tiempo que otras tres personas con antecedentes por los incidentes en los alrededores del Congreso en diciembre del año pasado fueron apresadas cuando transportaban objetos contundentes.
Además, efectivos de Gendarmería Nacional hallaron escondidas ocho bombas molotov en el marco del operativo de seguridad por la Cumbre del G20.
Fuentes policiales informaron que personal de la Policía de la Ciudad detectó en la esquina de la Avenida San Juan y la calle Solís una camioneta donde se transportaban 25 radios de comunicaciones con una valija para su recarga.
Los efectivos consultaron a la Fiscalía de turno, que ordenó el secuestro del material y la detención de las dos personas que lo transportaban, quienes fueron identificados como Guillermo Ermili -uno de los apoderados del PTS- y Hernán Gabriel Barrios.
De acuerdo a la información suministrada, «una resolución del Ministerio de Seguridad regula y restringe el uso de logística para comunicaciones en manifestaciones».
Se trata de una normativa de la cartera a cargo de Patricia Bullrich que prohíbe el funcionamiento de artefactos que impidan o interfieran las modulaciones de las fuerzas de seguridad.
«Hay una regulación del Ministerio de Seguridad de la Nación donde se dice que no puede haber artefactos que impidan o interfieran las modulaciones de las fuerzas de seguridad, en función de eso se pidió el secuestro para su peritaje», precisó un vocero policial.
Los dos detenidos por «averiguación de ilícito» fueron puestos a disposición del juez federal Claudio Bonadio.
Por otra parte, personal de la Policía de la Ciudad detuvo a tres ciudadanos argentinos con antecedentes por «intimidación pública» durante los incidentes en los alrededores del Congreso en diciembre del año pasado durante el tratamiento de la reforma previsional.
Fuentes policiales informaron que oficiales de la División Prevención del Delito recorrían las inmediaciones del último vallado cuando al llegar a Santiago del Estero al 1200 vieron como tres personas al observar su llegada cambiaron bruscamente el sentido de circulación y se desprendieron de un grupo de manifestantes de la CCC y Barrios de Pie.
Ante esta situación se les ordenó detenerse y se constató que en sus mochilas llevaban gran cantidad de bolitas, tuercas y tornillos, pañuelos, guantes y tajadas de limones.
La Fiscalía Contravencional Zona Este, a cargo de Federico Tropea, Secretaría de Fernando Pérez Bustos, dispuso medidas procesales de rigor.
Entre la calle Lima y la avenida Independencia se registraron tres detenidos, dos menores y un mayor, con elementos contundentes e inflamables.
Bombas molotov en la bajada de la autopista.
En tanto, personal de Gendarmería Nacional informó que encontró escondidas ocho bombas molotov en la bajada de la autopista 9 de Julio sur.
Según se informó oficialmente, los efectivos encontraron los explosivos en el trayecto de la marcha al Congreso contra la Cumbre el G20.
Los explosivos de fabricación casera fueron hallados durante una inspección que los uniformados hicieron en el interior de un Chevrolet Corsa incendiado que está abandonado en la calle Bernardo de Irigoyen al 1300, entre las calles Cochabamba y Juan de Garay.
En tanto, más temprano, personal de la Policía de la Ciudad encontró una mochila abandonada en Plaza de Mayo y rápidamente se activó el protocolo para objetos sospechosos.
Al lugar arribaron uniformados de la brigada antiexplosivos de la Policía Federal, quienes constataron que la mochila en cuestión estaba vacía.
Las falsas amenazas de bomba se multiplicaron las dos últimas semanas y este jueves hubo tres casos más: uno en el hospital Garrahan de Parque Patricios, otra en Carlos Pellegrini y Marcelo T. de Alvear, donde el paquete sospechoso era un capacitor de motor de heladera, y la restante en las escalares de la estación Belgrano de la línea «E» del subte, donde un uniformado encontró un objeto y dio aviso al 911.
Al lugar enseguida arribó al personal de la brigada de explosivos de la Policía Federal y constató que se trataba de una valija vacía.