De golpe, todo cambió. La derrota en el Clásico fue un golpe de nocaut que derribó a un Newell’s que venía tambaleante y, más allá del enojo del hincha, la situación parecía difícil de revertir, con un Heinze que entre sarcasmo y realidad intentaba dilucidar si su continuidad tenía sentido. Y con dos partidos de visitante por delante, San Lorenzo y Tigre, el panorama era complejo. Incluso muchos suponían que el regreso al Coloso frente a Godoy Cruz podía ser un hervidero que iba a poner al Gringo en medio de un circo romano donde el resultado podía levantar o bajar el pulgar de la gente y la propia dirigencia.
Y cuando todo se ensombrecía, apareció la claridad. La respuesta del equipo dentro de la cancha fue una banca innegable hacia el entrenador. Primero fue un 3 a 0 frente a San Lorenzo con una producción elevadísima en lo individual y colectivo. Luego un 2 a 0 ante Tigre, más efectivo que vistoso, pero no por ello menos gratificante. Newell’s pasó de la preocupación de los hinchas más agoreros que lo ponían con riesgo de descender, a ser un equipo en zona de clasificación a cuartos de final para pelear la Copa de la Liga y estar cerca de obtener un pasaje a la Sudamericana. Y aunque la derrota con Central todavía resuena, no hay dudas que el clima del próximo jueves en el Coloso será más gratificante de lo que el más optimista hubiera imaginado hace tres semanas.
«Nunca visualicé que estaba todo oscuro después del Clásico. Sí visualicé que era un momento muy jodido. Pero yo hablo del tema futbolístico y la actitud del grupo. Desde lo externo sí nos hicieron sentir que estaba todo muy oscuro. Ahí nos pudimos unir todos, con poca gente, porque en las derrotas hay muy poca gente y en la victoria, mucha más. A esas personas que vienen de más, tengo facilidad para sacarlas. El grupo se unió y, ahora que conseguimos dos victorias, lo voy a mantener de la misma manera. Sí que, posiblemente, le pida un poco más a mis jugadores porque están contentos. Felicito a los chicos por esas ganas. Hay que seguir. Con esta actitud podemos seguir creciendo», confió Heinze, tirando algún palo a aquellos que en la interna cuestionaron el momento y le pegaron duro.
Con cinco fechas por delante, la Lepra se posicionó bien de cara al objetivo de clasificar a cuartos y, por qué no, pelear por un título que otorga como bono la clasificación a la Libertadores y la disputa de una Súperfinal con River, incluso del Trofeo de Campeones.
Newell’s quedó tercero del grupo con 14 puntos y una diferencia de gol +5 que puede ser clave. Incluso hoy supera a Central Córdoba y Platense por ese margen de goles, ya que en puntos están iguales. Segundo está Godoy Cruz con 15 puntos, justamente el próximo rival. Las chances de pasar a cuartos están, aunque para eso deberá mantenerse por este camino de recuperación y apoyo al entrenador.
El otro objetivo es ingresar a la Sudamericana. Y con el triunfo ante Tigre, la Lepra suma 49 puntos en la tabla general, en el puesto 12, que podría otorgar un boleto siempre que el ganador de la Copa de la Liga y el de la Copa Argentina estén dentro del top ten de la general.
Boca y Central (54), Belgrano (53), Argentinos (52), Estudiantes (51) y Lanús (49) son los rivales a alcanzar para no depender de nada.
De pronto, los objetivos están al alcance y la oscuridad comenzó a darle lugar a un equipo que muestra más luminosidad. Nada está asegurado, pero Newell’s reencausó su marcha y Heinze puede visualizar objetivos posibles.