Eruca Sativa cambió la piel. Después de varios años sobre los escenarios, y de cinco discos editados con gran aceptación del público y los especialistas, abrió el juego a nuevas sonoridades y volvió a la raíz introduciendo ritmos folclóricos para editar Seremos primavera. El disco presenta una lírica más directa, con mensajes claros que hablan de amor, familia, la visibilidad de mujeres y disidencias, y la lucha por la ampliación de derechos. “Del lugar del varón es algo de lo que se está hablando mucho y de lo que está bueno que se hable”, dijo Gabriel Pedernera, baterista del power trío que comparte con Lula Bertoldi (voz y guitarra) y Brenda Martín (bajo). “Es nuestro momento de acompañar. Por suerte la sociedad está cambiando y se están entendiendo un montón de cosas que hasta hace poco parecían imposibles. Era muy necesario porque la sociedad necesita que las mujeres ocupen los espacios”, dijo.
Además de tocar los temas del flamante disco, Eruca llega a Rosario con otra excusa para reencontrarse con sus fans locales: el cierre de su “Trío tour”. Se trata de un periplo que emprendieron por el país junto a las mexicanas de The Warning y que en cada ciudad suma la presencia de una formación local. En Rosario tocará la cantautora Evelina Sanzo, en formato trío.
La idea principal de la gira es acompañar a la formación que integran Daniela (guitarra y voz), Paulina (batería, piano y voz) y Alejandra (bajo, piano y voz) en su desembarco en Argentina y aprovechar la oportunidad para dialogar sobre el escenario con distintas formaciones del país: “Nos parece importante que haya grupos locales. Elegimos grupos que no sean de rock para brindarle al público un espectro sonoro más amplio y que puedan escuchar propuestas novedosas”, adelantó Pedernera a El Ciudadano.
—La elección de que los tríos de esta gira salgan un poco del género rock, ¿tiene que ver con la edición de ”Seremos primavera”?
—Desde el año pasado veníamos tratando de incluir propuestas que no sean exclusivamente de rock, focalizarnos en la visibilidad de las mujeres y disidencias arriba del escenario. Viene más por ese lado. Además, nos gusta que el público rockero tenga la posibilidad de escuchar música de otros géneros. Cuando hicimos el show en Obras Sanitarias en el 2017 pusimos un trío de jazz en la apertura. Se trata de abrir la paleta sonora para que la gente pueda escuchar otras cosas.
—En Rosario se presenta Evelina Sanzo, que tiene relación con el tango, entre otros géneros.
—La elegimos porque sentimos que tiene una propuesta fresca y novedosa. En Buenos Aires estuvo Ninja que es medio acústico. Es tratar de darle al público otra cosa.
—El público está expectante de escuchar en vivo “Seremos primavera”. ¿Van a hacer algunos temas?
Sí, hay algo de Seremos primavera por más que no sea la presentación oficial. La gira del disco va a ser el año que viene. Estamos tocando algo porque es un disco que nos tiene muy contentos con la recepción que está teniendo en la gente.
—¿Cómo se dio el cambio sonoro que se ve en el disco?
—Cada disco es como una foto. Esta foto refleja un momento que tiene que ver con la deconstrucción, esa palabra que estamos usando tanto. Cómo volver a mirar para adentro y ver lo que hay, desarmar las cosas y volver a armarlas de nuevo. Esto se aplica también a la música. En este afán de siempre estar cambiando y buscando nuevos sonidos, Seremos primavera es el resultado.
—En lo personal ¿cómo vivís esa deconstrucción?
—El lugar del varón es algo de lo que se está hablando mucho y de lo que está bueno que se hable porque es nuestro momento de acompañar, de no hablar tanto y de dejar que esta revolución se haga. Es lo que está pasando. Por suerte la sociedad está cambiando y está entendiendo un montón de cosas que hasta hace poco parecían imposibles. Va desde lo cotidiano hasta luchas muy profundas. Para mí, personalmente, era muy necesario. Está buenísimo que pase. Hoy estaba mirando las nominaciones a los Grammy norteamericanos y me llena de emoción porque veo dentro de las nominaciones a Billie Eilish, a Lizzo, a Taylor Swift. Hay tantas mujeres que la misma persona que las estaba presentando decía: “wuau!” Algo que nos tendría que parecer tan natural recién ahora va tomando otro sentido. La sociedad necesita que las mujeres ocupen los espacios.
—¿Es un disco más directo que los anteriores?
—Puede ser. De todos modos siempre hubo canciones directas pero en este momento todo se torna más simbólico. Y siento que como la música no está tan fuerte permite escuchar mejor. La música se acomoda y la voz sale para adelante. Canciones nuestras como “Nada Salvaje” o “Armas gemelas” suenan muy potentes y quizá eso hace que el mensaje no llegue donde tiene que llegar.
—Uno de los temas del disco se titula “Omara” y retrata una infancia trans. ¿Tiene que ver con la historia de la actriz y escritora Camila Sosa Villada?
—La verdad es que es muy loca la historia de la canción porque está escrita antes de conocer a Camila. Hay una conexión súper fuerte. Brenda (Martín) escribió la canción y después leyó su libro. Hubo ahí algo cósmico. Esas cosas mágicas que tiene la música. Cuando Camila escuchó la canción se emocionó, fue algo muy fuerte lo que pasó. No me acuerdo cuándo se generó el título, pero tiene que ver con ella. Su nombre era Omar y empezó a usar ese seudónimo Omara. Después nos dimos cuenta que Omara en árabe significa primer hijo y la semana que viene o la otra va a nacer mi hija. Está todo conectado.
—También está “Creo” del que se desprende el título al disco, en el que “Seremos primavera” es un mensaje positivo, pero que parece un grito de batalla.
—Es una declaración de que todavía no estamos ahí, pero que necesitamos ir hacía ahí. Por eso el video viene blanco y negro, se pone a color y vuelve a blanco y negro porque no estamos ahí todavía. Es una expresión de deseo, como ver un horizonte más colorido. Pienso en la situación de Bolivia, en la de Chile, en lo que está pasando en Latinoamérica en general, necesitamos levantar la bandera y decir y pensar que en algún momento seremos primavera.
—¿Ves como algo positivo el cambio de gobierno que se viene en Argentina?
—Si, siento que sí. Obviamente estoy muy angustiado por todo lo que pasó en estos últimos cuatro años que fueron terribles. Personalmente me toca vivir una situación de privilegio, tengo para comer. Pero el gobierno que se está yendo lo hace de un portazo y está dejando un país destruido. Está esta famosa grieta pero dentro de eso hay que ser muy necio para no ver las cosas que pasan y que estas personas están tratando de beneficiarse a ellos mismos, a sus familias, entonces por eso pasa que hay 120 familias que están pasando por su mejor momento y todo el resto del país se está hundiendo.
—Sobre privilegios habla justamente el tema “Sorojchi” de ”Seremos Primavera”, de meritocracia y falta de empatía.
—Está emparentado. El tema surgió cuando estuvimos en La Paz, Bolivia. Nos dieron unas pastillas para la altura y empezamos a jugar con la idea del mal de altura. Hay algunos que lo tienen porque viven en altura y hay otros que lo tienen porque están gozando de un privilegio sin ver que detrás de eso hay gente que luchó mucho. Pienso en que para que hoy un trabajador tenga aguinaldo o vacaciones hay quienes lucharon mucho para eso. Uno no puede pararse a decir: “Si yo pude, cualquiera puede”. No es así. No se puede creer en la bobada de la meritocracia. Como dice Wos: “Sin oportunidades esa mierda no funciona”.
—¿Cómo ves la escena del rock hoy?
—La veo súper bien. Está cambiando como siempre, sigue habiendo artistas que mueven la estructura. Como Wos, como Pablo Londra, artistas que suben la vara y proponen desde su lugar. Con una juventud tremenda. Wos tiene 21 años y una claridad tremenda.
“El feminismo atravesó profundamente a las sociedades latinoamericanas”
Sin lugar a dudas el nuevo disco de Eruca marca una renovación sonora y una potencia lírica que se hace eco de algunos de los mensajes más resonantes de esta época. “El feminismo atravesó profundamente a las sociedades latinoamericanas y a partir del debate por la legalización del aborto nos obligó a cuestionarnos cuál era nuestra postura. Esas reflexiones cambiaron nuestras relaciones con los varones y entre las mujeres. Y quienes tenemos lugares con más voz tenemos la responsabilidad de reflejar las voces de las personas que no están en igualdad de condición ni de derechos con las otras. De todo esto es lo que más habla el disco y de las maternidades y situaciones familiares. Es un disco muy honesto, natural y si bien están habladas en primera persona, tratamos de ponernos en lugar de otras personas”, definió Brenda Martín en diálogo con la agencia de noticias Télam al tiempo que sobre el lugar que supo ganarse la banda integrada por dos mujeres y un varón puntualizó: “Invadimos un espacio que principalmente estaba ocupado por varones, que es el del riff, el power, la distorsión, y si no nos veían en vivo daban por hecho que era música hecha por hombres. Hoy ya no siento que la banda necesite eso y más allá de que siempre hicimos la música que quisimos, podemos darnos el gusto de ir por otro lado, experimentar y explorar lugares nuevos también en lo musical”.