La prolífica escritora Griselda Gambaro es considerada una de las más importantes influencias literarias y dramatúrgicas de la Argentina, con diez novelas, nueve obras de teatro y seis cuentos, además de poseer una personalidad atrapante desde la humildad y el humor, algo que la directora Jazmín Bazán retrata en su film Gambaro, film que este jueves llega a las salas rosarinas.
«Las obras de Gambaro han sido muy influyentes en la dramaturga argentina y ha sido, a su vez, reconocida mundialmente. En la película, Cristina Banegas habla de la fuerza poética y el carácter premonitorio de su escritura. (El editor) Daniel Divinsky la define como inclasificable. (La directora) Laura Yusem hace hincapié en la mirada feminista de su obra. La primera obra de Griselda se estrenó en 1965, sin embargo su contenido poético, social y político la convierten en una obra actual, que puede, y debe, interpelar a personas jóvenes, en especial en el contexto social y político que estamos viviendo en Argentina», explicó la realizadora a Télam.
La película aborda la vida de Gambaro con entrevistas a ella misma y a tres de los artistas con los que colaboró. A través de la lente de Bazán, uno descubre que la madre de la escritora era analfabeta y que su padre a duras penas podía leer. Lo cual hace aún más atractivo el amor a la literatura de la escritora que hoy tiene 95 años y continúa en actividad.
«Desde muy joven -explicó la directora sobre la motivación para hacer el film- tuve acceso a la literatura de Gambaro, ya sea sus obras de teatro, sus novelas o sus cuentos. Sus obras siempre me interpelaron directamente desde varios aspectos, en particular lo poético de la escritura así como la fuerza política y feminista de su obra. Conocerla a ella fue encontrarme a una artista profunda, pero con una sencillez única. A partir de esa interpelación que me provocó su obra y la calidad humana con la me encontré al poder conocerla personalmente, nació la idea de esta película».
Con historias cercanas a las clases marginadas, conocimiento que le agradece a sus padres y a su infancia en el barrio porteño de La Boca, Gambaro sufrió la persecución y el exilio en la última dictadura. En Barcelona, nunca paró de escribir. Y ya de regreso a Argentina vio cómo sus obras eran repuestas.
«Creo que desde la amplitud de los géneros literarios en los que incursionó, tuvo una poética literaria que fue fundante. No se la puede inscribir de forma exacta en ninguna escuela y eso creo que es una marca en nuestra literatura y dramaturgia nacional. El compromiso político, histórico y de género es innegable, pero desde una vanguardia poética sin antecesores, como dice Daniel Divinsky. Lo cual la hizo universal, siendo su obra traducida en varios idiomas», dijo Bazán.
«Por otra parte -agregó la directora-, sus obras han aportado una mirada de las problemáticas sociales de la Argentina desde la perspectiva de personajes marginadas, mayoritariamente femeninos, que le dan un carácter destacado a su escritura».
De hecho, Bazán dio detalles sobre la investigación, teniendo en cuenta la cantidad de material escrito por Gambaro y la cantidad de artistas con los que se relacionó. “Fue una investigación muy larga. Al momento de empezar el desarrollo de la película ya había leído gran parte de su obra, por lo cual comencé a realizar una revisión de textos académicos sobre su obra. Luego, continué con una investigación y sistematización de todas las puestas en escena de sus obras. Posteriormente contacté y entrevisté a algunos artistas que tuvieron relación con Griselda”, recordó.
Y precisamente sobre esa selección de textos para leer en el film, compartió: “Al comenzar el desarrollo de la película realicé una selección de cuáles serían las obras con las que trabajaría. Decidí focalizarme en su dramaturgia. Únicamente trabajo dos novelas en la apertura y cierre del film, que son Ganarse la muerte, por ser la obra censurada en la última dictadura y que la llevo al exilio y El mar que nos trajo por trabajar con elementos autobiográficos. Dentro del amplio espectro de la obra dramática el principal criterio de selección fue trabajar con personajes femeninos, pero aun dentro de ese gran abanico que se abre la elección fue totalmente subjetiva, y esa subjetividad se evidencia desde diferentes estrategias de la enunciación en la película”.
Por otro lado, aseguró que su idea sobre la película siempre fue “trabajar los textos dramáticos en relación a otros espacios, por fuera del espacio teatral”. “Cada espacio como portador de sentido poniéndolo en diálogo con la fuerza de sus textos. Volver evidente una subjetividad en la lectura de sus textos y por ende en su adaptación en otros espacios no teatrales. Como esos textos dejaron huella y entran en vínculo con diferentes espacios”, concluyó.