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¿Gamboa cambia el esquema? No descarta probar otro dibujo para recibir a River en el Coloso

Son cinco los partidos sin ganar y el DT no descarta modificar el esquema, aunque en su cabeza no se negocia la vocación ofensiva que debe tener el equipo. Pero el rival es River, con un potencial arriba que obliga a pensar si no cambiar el 4-3-3 por un dibujo que muestre un equipo más compensado

Fernando Gamboa tiene diez días para preparar el cruce ante River, la próxima parada de Newell’s en la Liga Profesional. Y uno de los puntos que analiza el entrenador es si cambia o no el esquema táctico a partir de algunos rendimientos donde quedó más que claro que el dibujo empieza a provocar dudas.

Son cinco los partidos sin ganar y el DT no descarta modificar el esquema, aunque en su cabeza no se negocia la vocación ofensiva que debe tener el equipo. Pero el rival es River, con un potencial arriba que obliga a pensar si no cambiar el 4-3-3 por un dibujo que muestre un equipo más compensado, como un 4-2-3-1 o 4-4-2.

No hay dudas que Gamboa no pensaría en cambiar un esquema que lo acompañó en toda su carrera si algo no funcionara. Y obviamente hay mucho por corregir.

El primer problema que le presentó el 4-3-3 fue la ausencia de un cinco de contención y quite. La lesión de Julián Fernández desnudó esa falencia, ya que Juan Sforza y Mateo Maccari no sintieron esa función.

Ahora volvió Fernández, aunque al no estar en plenitud (frente a Colón salió a los 15 del segundo tiempo), el DT debe ponerle un volante que lo ayude. En ese sentido, la presencia de Pablo Pérez aparece como la solución, ya que tiene buen pie y puede ayudar en la marca, pero el ex Boca tampoco está al ciento por ciento y eso obliga a repensar el dibujo.

¿Qué opciones tiene? Jerónimo Cacciabue está “castigado” por sus errores en el partido ante Defensa y hace dos cotejos no va ni al banco. Es probable que vuelva a ser opción, aunque no como titular. Si cambia a un 4-4-2, podría incluir a Fernández y Pérez como doble cinco, o hacer ingresar a Maccari al medio y correr a Pérez a la derecha, como carrilero. Aunque no parece lo mejor.

Con los mismos nombres, Pérez y Fernández, es posible un 4-2-3-1, y ahí aparece el otro gran problema de Gamboa: el flojo nivel de los carrileros/extremos.

Gamboa reconoció que no están en su mejor nivel los jugadores que ubica por afuera. Con la lesión de Jonatan Cristaldo, el DT probó con Ramiro Sordo, Maxi Comba, Justo Giani, Fernando Garro e incluso con Pablo Sabbag por adentro y Nacho por afuera (sólo un rato) y unos minutos con Francisco González. Y ninguno se consolidó.

Por ahora Comba se ganó un lugar por su buen rendimiento en el Clásico y su entrega física, tanto en ataque como en ayuda defensiva. Pero en cuatro partidos aún no registra un remate al arco. Y para un delantero eso es preocupante.

Los otros extremos han sido irregulares. Parecía que Justo Giani podía ser el indicado, en especial tras aquel gran partido ante Estudiantes, pero al ex Quilmes le costó tener regularidad. Sordo tampoco se afirma, además de tener problemas para anotar; y Garro no está bien físicamente y eso hace mermar su juego.

Tal vez por eso Gamboa pueda analizar probar algo distinto. Un 4-4-2 donde Cacciabue puede ser alternativa por afuera y Castro no tener obligaciones de marca por izquierda; o un 4-2-3-1, con Castro como enganche (su posición natural) y la inclusión de Giani con menos recorrido hacia atrás, lo que parece desgastarlo.

Un extra que se agrega al flojo rendimiento de los carrileros es el nivel de los laterales. Compagnucci arrancó muy bien y en los últimos partidos bajó su nivel. Igual que Negri, que incluso perdió su lugar con Bíttolo, quien se fue con una molestia física ante Colón, pero no sería algo grave.

¿Y Maxi Rodríguez? La Fiera está recuperado, y tal vez estos diez días le permitan ganar terreno con la pelota. Pero hoy Gamboa no parece querer arriesgar a Maxi desde el inicio, aunque si el esquema cambia, y lo puede ubicar como un segundo punta junto a Nacho, tal vez sea una salida.

Hay tiempo para trabajar. El parate por elecciones nacionales le da a Gamboa tiempo para probar alternativas. Y no sería raro que analice cambiar esquema, más allá de los nombres.