«Hay que ganar sí o sí», con esa frase terminó Diego Cagna la improvisada conferencia de prensa en cancha de All Boys, después que su equipo volviera a fracasar en el intento de ganar.
Pocas veces sirve este tipo de presión, mucho más si el equipo en cuestión no tiene claro a qué juega. Que Newell’s no gane, no pasa por obra y gracia del destino, por los postes del arco rival, o por actuaciones estelares de los arqueros contrarios. Newell’s juega mal, llega poco y sin potencia y sus delanteros entregan la sensación que nunca harán un gol. Entonces el «sí o sí» que propone Cagna, en un intento desesperado por conseguir tres puntos en casa, algo inédito en el presente Apertura, no es tan sencillo de ejecutar.
En Floresta, Cagna leyó mal el partido de principio a fin. Valencia y Noir fueron los elegidos para jugar ariba, un horror. Sin peso específico fueron superados por las sombras de los defensores rivales, Noir se cae en el menor roce, Valencia parece amateur. Para colmo el técnico sacrificó a Riveros poniéndolo sobre el costado derecho, el paraguayo mostró buen toque de pelota, pero no posee dinámica para ir por afuera.
Cuando All Boys quedó con diez, faltando más de una hora para terminar el partido, su técnico no resignó la posibilidad de dominar el juego, dejó tres en el fondo y acomodó a Fernando Sánchez como cinco. Cagna no reaccionó, dejó al inexpresivo Camacho en cancha y recién tocó la línea de cuatro a cinco minutos del final. Siendo que Díaz y Ferracuti apenas si pueden marcar, porque en ataque no aportan nada.
Un conjunto de sinrazones explican el momento de Newell’s. Figueroa cada vez está más lejos del volante que alguna vez manejó el fútbol de Godoy Cruz, Aquino (jugó en par de minutos, en un intento azaroso del DT), Noir y Valencia no le hacen un gol a nadie. Y así la cosa será muy complicada.
Un par de cosas que alientan el preocupante futuro. Vuelve Bernardi, Mateo mantiene su nivel, Peratta (de mal cálculo en el gol) terminó tapando dos pelotas de gol en el complemento, Y Fabián Muñoz debutó con un golazo. Ante Olimpo, que parece se queda sin técnico, hay que ganar «sí o sí», según plantea Cagna. Tendrá el plantel completo, ya no hay espacio para fracasos.
