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“Ganar un título y hacerlo con Newell’s es invalorable”

El director técnico del flamante campeón, Gerardo Martino, habló de sus sensaciones de consagrarse en el club de sus amores tras el encuentro con Talleres. "La camiseta de Newell s tiene un plus porque es un sentimiento. No vi el partido de Lanús, pero tampoco me podía enfocar en Talleres”, confesó.

tata-dentro«Todavía no caigo», dijo emocionado el entrenador Gerardo Martino minutos después de que Newell s Old Boys se coronara campeón del torneo Final con una efectividad del 70 por ciento.

El Tata, alumno dilecto de otro referente de La Lepra como Marcelo Bielsa, siguió el desarrollo del juego entre Lanús y Estudiantes en la soledad del cuarto de hotel donde el conjunto rosarino se alojó de cara al choque con Talleres de Córdoba por la Copa Argentina.

«Es una situación extraña, porque ahora tenemos que jugar», dijo al momento de emprender el viaje con destino al estadio Centenario de esta ciudad.

Tras culminar el partido ante Talleres, Martino abrió la charla con la prensa diciendo: «La camiseta de Newell s tiene un plus porque es un sentimiento. Ganar un título y hacerlo con Newell s es invalorable».

«No vi el partido en La Plata, bajé a la charla, faltaban tres minutos para el final y me costó mirarlo. No me podía enfocar en el partido con Talleres tampoco», relató para luego revelar: «La felicidad de lograr un objetivo tan importante hace que se viva con mucha intensidad, para la mayoría de nosotros la situación de ver el partido fue diferente, algunos prefirieron no verlo, otros sí, era difícil».

Luego contó que en el momento del pitazo final del partido Estudiantes-Lanús «estabámos todos muy eufóricos y compartí con los jugadores ese momento» mientras que después agregó: «Nos dimos el gran gusto de poder jugar como a nosotros nos gusta, y además de haberlo disfrutado, ganamos».

«La sensación de salir campeón es única y quedar eliminados te puede pasar en cualquier momento, es una situación especial lo que nos tocó pasar, yo viví algo similar en el torneo del 92, cuando salimos campeón un viernes y jugamos el domingo. Hoy pasó algo parecido, con gente de Newell s festejando en Rosario, acá, en distintos lugares», aseveró.

Al hablar del futuro, Martino consideró: «Tenemos que jugar como corresponde con Argentinos porque hay que respetar esa situación entre Argentinos y San Martín de San Juan, después nos enfocaremos también al partido con Vélez aunque no le podremos dar la importancia que tiene porque jugamos ahí nomás con Mineiro. Correremos el riesgo de quedarnos sin Copa Sudamericana pero enfocaremos todo a la Libertadores», cerró.

Martino, un símbolo de este Newells, se hizo cargo del plantel profesional acuciado por el bajo promedio y con serio riesgo de perder la categoría logrando una campaña impensada.

Supo encaminar al elenco en un momento difícil basándose en el trabajo y la experiencia para manejar grupos humanos y encolumnarlo detrás de un objetivo.

Martino volvió al club en 2012 cuando los directivos habían decidido prescindir de los servicios de Diego Cagna, que no había podido ganar ni un partido en el tramo que tomó al equipo (en el Apertura 2011), en el que finalizó anteúltimo junto a Olimpo.

Para regresar, tomó la determinación de rechazar una propuesta millonaria para conducir la Selección de Colombia y sin desarmar demasiado el plantel, se apoyó en la base de jugadores que tenía y le dio forma a un equipo al que con el tiempo le daría una identidad de juego.

En el Torneo Clausura 2012 llegó a pelear hasta las últimas fechas y terminó a seis puntos del campeón Arsenal.

Sabiendo que empezaría la 2012/2013 último en el promedio junto a Independiente, convocó a los tres jugadores que luego fueron pilares del conjunto junto con Ignacio Scocco.

Nuevamente estuvo cerca de quedarse con la gloria en el Torneo Inicial 2012, pero se conformó con la clasificación a la Copa Libertadores y una gran diferencia de puntos sacada a rivales directos por el descenso y en el Final logró el ansiado objetivo.

El técnico festejó junto a la mayoría de los jugadores que siguieron atentamente las acciones que se sucedieron en el estadio Ciudad de La Plata.

En tanto, la mayoría del plantel vio el «mini choque» entre «el pincha» y el «granate» en un salón del hotel, el experimentado defensor Gabriel Heinze, al igual que el Tata, decidió mirarlo solo en su habitación, mientras que la mayoría de los dirigentes de La lepra lo hicieron en el bar del casino del hotel.

Durante el encuentro, los jugadores cantaron, rieron y fueron subiendo el tono de los festejos a medida que pasaban los minutos y el resultado no se modificaba.

En el final, y con el título bajo el brazo se desató la fiesta la que se avivó con gritos, golpes a la mesa y ruido a vajilla y la natural muletilla «Dale campeón» que entonaron en conjunto todo el grupo.

Junto a Martino hay que mencionar figuras de la talla de Gabriel Heinze, Lucas Bernardi y Maximiliano Rodríguez, quienes también se acercaron al club con el objetivo de salvar la  coyuntura.

Newells se consagró campeón y es absoluta justicia porque fue el que mejor jugó a lo largo del torneo, fue el más vistoso y el más contundente de los 18 equipos participantes.

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