El Clásico tuvo dueño. El juego más importante del año tuvo como ganador a Central. Alejo Véliz fue el gran héroe de la jornada. El juvenil convirtió de cabeza el único gol del partido. Newell’s tuvo su momento, pero no lo aprovechó, luego no supo ni pudo emparejar las cosas. El Canalla fue un justo triunfador porque a la hora de lo actitudinal se impuso ante un equipo que mostró poco cuando el partido le exigía mucho.
Central recuperó la escritura de la ciudad. Y lo consiguió por la vía menos esperada, el juego aéreo, una de las especialidades de la Lepra.
No fue un partido bien jugado, como ocurre en la mayoría de los Clásicos. Pero una vez que el equipo de Carlos Tevez se puso arriba, a poco de terminar el primer tiempo, el resultado del encuentro no se modificó.
Javier Sanguinetti no mostró reaccionar a tiempo y a pesar de que el partido se lo exigía modificó piezas tarde y los que ingresaron no hicieron más mérito de los que salieron. Tevez en cambio sí reaccionó, aunque la principal variante se dio de manera obligada y eso le reacomodó lo que había previsto desde el comienzo y que hasta ese momento no le daba resultados.
El idéntico esquema de juego elegido por los entrenadores hizo que fuera Newell’s quien se encuentre más cómodo en la primera parte del partido. Es que la Lepra aprovechó mejor los espacios y desde la ubicación de sus futbolistas impuso condiciones. Para ello fue fundamental la participación de Pablo Pérez (acierto de Sanguinetti en ponerlo como titular) que siempre se mostró en zona para recibir y distribuir por delante de Sforza y Fernández. Y PP8 tuvo la más clara del primer tiempo para los del Parque; ya que a los 13 estrelló un remate en el palo luego de que Sordo le ganara en carrera a Báez y tire un centro, que desvió en el camino Servio, desde la izquierda. Después García no pudo aprovechar un descuido y remató afuera luego de recibir un lateral. ¿Y Central? era todo confusión y se vio desde el vamos la incomodidad que tenía con el nuevo sistema, especialmente a la hora de ocupar los espacios.
A los 24, Tevez se vio obligado a meter mano en el banco de relevos y modificar el sistema de juego. Buonanotte salió lesionado y el entrenador le dio luz verde a Infantino; así el Canalla quedó parado con un 4-4-2 y para eso Rodríguez pasó a jugar junto a Tanlongo y Montoya se corrió a la derecha. Instantes después llegó la primera llegada del Canalla cuando Blanco se eyectó por su sector para tirar un centro rasante y el remate de Infantino fue bloqueado por Pérez.
Con el partido jugándose en 40 metros, bien en el centro de la cancha, el juego quedó sin dueño y minutos antes para la finalización del primer acto llegó el gol de Veliz (gran acierto de Tevez en ponerlo en el once inicial). El pibe saltó más alto que todos y marcó de cabeza, floja resistencia de Herrera, luego un tiro libre bien ejecutado por Candia desde la derecha. Así llegó el pitazo de Espinoza luego de un primer tiempo donde Newell’s no pudo aprovechar su momento y Central fue toda efectividad.
El complemento arrancó con todo. Newell’s salió de manera desesperada en busca del arco de Servio. Sin embargo, perdió la pelota y quedó mal parado; ahí Infantino filtró para Blanco y el lateral centró cruzado para Veliz, que tuvo el segundo, pero Herrera se lució y dejó a su equipo en partido.
Con el correr de los minutos Central comenzó a controlar las acciones y Newell’s se mostró como un equipo sin ideas. El partido para la Lepra exigía variantes. Sin embargo, Sanguinetti no lo vio igual y recién movió el banco de suplentes a los 20. El que sí modificó fue Tevez que mandó a la cancha a Benítez y a Frías. Pero lo que llamó la atención fue que ya estaba lesionado Montoya. El chaqueño no salió en la misma ventana y así perdió la tercera cuando le dio pista a MacAllister por el capitán auriazul. En ese momento, cuando Central se re organizaba, Ditta no pudo conectar en el segundo palo y el centro de Sordo salió por la línea de fondo.
Sanguinetti recién movió el banco a los 23 cuando Genaro Rossi ingresó por Fernández. El partido le seguía pidiendo otra cosa a la Lepra y apenas pasada la media hora le dio minutos a Garro y a Funez en lugar de García y Méndez. A pesar de las variantes de uno y otro, incluyendo a Balzi que reemplazó a Pérez, el juego no apareció y el partido quedó a merced de algún arresto individual de cualquiera de los protagonistas, el cual nunca llegó. Esta escenografía hizo que la empresa se torne definitivamente a favor de los de Tevez.
Los minutos finales no cambiaron lo que ya estaba. Newell’s no supo ni tuvo con qué llegar a la igualdad y Central controló sin pasar zozobras, salvo un remate de Funez que se fue muy cerca. El equipo de Tevez se quedó con la gloria. Esa que solamente la dan los clásicos ganados, esa que en esta ciudad se asemeja y mucho a la que dan los títulos.
Para el Canalla el triunfo le tiene que significar continuar el camino que emprendió con la llegada de este cuerpo técnico; en tanto para la Lepra es un gran dolor de cabeza y que tiene que hacer replantear a Sanguinetti muchas cosas de cara al futuro.
